HOMBRES CON FALDA
HOMBRES CON FALDA
Por Uriel
Flores Aguayo
Un
Maestro y alumnos de la facultad de derecho de la universidad veracruzana en
Xalapa, hicieron lo que llamaron un experimento social, consistente en usar
falda en un día de actividades escolares. Dijeron hacerlo por los derechos
humanos, para combatir estereotipos y reivindicar a las mujeres, además de
esperar una reflexión sobre los abusos machistas. Su acto fue de impacto
mediático, generó notas y comentarios abundantes.
No es fácil, salvo un recuento minucioso
en redes y medios, tener claro que tanto tiene de reflexión y que tanto de
escándalo su audaz iniciativa. En si misma es una actividad valiente y
disruptiva. Es una forma directa y extrema de hacer un planteamiento. Su
eficacia es secundaria sin dejar de considerarla provocadora y de inmediatas
reacciones. Lograron amplia atención. Ya se verá si continúan con alguna agenda
más precisa y de mayor exposición con argumentos e ideas.
Hay que reconocerles su arrojo, que
tengan la valentía de hacer algo en un medio pasivo y conformista. Son dignos
de reconocimiento. Pueden tener las motivaciones que sea, eso es lo de menos.
Lo importante es intentarlo, abrir debate y señalar una ruta donde se
involucren los universitarios. Rompen la rutina del formalismo y retan a las
definiciones. Que las formas son criticables, quien sabe; lo esencial es actuar
sin atenerse a lo políticamente correcto y las formas burocráticas de la universidad.
Dan la lucha, son un ejemplo. Todo indica que estamos ante actos de convicción
y auténticos. No es politiquería, no es oportunismo, no es ocurrencia. Es una
declaración de amor a la diversidad, a la razón y al ser humano. Encuentro
muchas razones para hacerles un reconocimiento y apoyarlos. Su paso apunta a la
conciencia estudiantil, a la cultura y la civilización. Es una gota en el
océano machista, pero una gota con esencia y repercusiones. De gota a gota se
taladra la roca de la ignorancia y el abuso. Es, sobre todo, un acto pacifico,
una propuesta de acción y la convocatoria amplia a la sociedad para
involucrarnos en la vida colectiva. Muy bien por el Maestro Arturo y sus
alumnos.
Nuestra sociedad está rodeada de violencia de todo tipo y en todos los
ámbitos. Desde el discurso del poder vestido de una supuesta transformación
hasta lo qué pasa en las calles y en la secrecía del hogar. Por tanto, hay un
enorme llamado a las conciencias en acciones como la de estos universitarios.
Ya ni se diga del sometimiento en general que se aplica a las mujeres. Es un
problema estructural, requiere atención vía políticas públicas, instituciones,
educación y justicia. Es mucho lo que hace falta y llevará décadas ascender a
una realidad más civilizada.
Si es protesta, si es juego, si es
testimonio, lo que sea, no importa; se valora el hecho. Es un acto de
compromiso y consciencia social. Muchas acciones de denuncia, de protesta, de
inconformidad y rebeldía urgen en este confuso e injusto México. La creatividad
es extra y bienvenida.
Recadito: una lástima la izquierda huesera, frívola e idolatra que
llegó al poder local.
Ufa.1959@gmail.com