III Informe ¡No te lo puedes perder!
Por Edgar Hernández*
Habrá
taquiza, chistes, bailes, sorpresas y paseo en lujosa trajinera a cargo del
intrépido capitán “Bola #8”.
Gozarás
de todas las comodidades, más en la hermosa Tlacotalpan, una bella ciudad del sureste
del Estado bañada por el Río Papaloapan, cuyo nombre significa “Tierra
Partida” -y vaya que nos la han partido-, y es conocida por su
tradición pesquera y por sus festividades de música jarocha y el Día
de la Candelaria.
El espectáculo
principal será bajo techo.
Desde ayer quedó instalada una monumental
carpa, no como la del Follies donde se presentaba Cantinflas. ¡Qué va! En ésta
caben cientos, que digo cientos, miles, que albergarán a chairos, aplaudidores,
cacalovers y toda la fauna morena.
Será todo un espectáculo.
¿Qué, quieres una matraca? ¡Ahí la tendrás! ¿Qué
un chistecito de estudiante en donde te digan que ya no hay inseguridad y que
ya no matan mujeres? también.
¿Qué una salsita o danza Totonaca? ¡A huevito!
El show correrá a cargo del Cuícaras, estrella
principal, quien la neta más que rendir un informe va da un discurso -mensaje,
me corrigen por acá- de esos chidos, de los chingones, donde hablará con ese
modito que tanto gusta y divierte.
Bueno, en realidad, no será un informe ya que
ayer una señora de apellido Waltraud -creo que es alemana- ayer se apersonó con
los diputados y entregó el III informe “donde podrán constatarse las acciones
realizadas con legalidad y honestidad que fomentan la paz y la justicia a
través de una coordinación estratégica (quien sabe que dijo, pero lo dijo).
El punto es que el III Informe de Tlacotalpan
no será III Informe, sino algo así ¿cómo te digo? Pero mejor no te digo porque
si te digo para que te cuento.
Ya sabes, el mundo de la política está lleno
-como dirían los clásicos- de ideítas y de ideotas.
Pero bueno, si quieres pasar un buen rato, ¡No
faltes!
No habrá dramas como aquello de que “faltan aún tres larguísimos años para que se vayan”
porque como dice Cuitláhuac, perdón Cantinflas, “no estoy para que ustedes me
digan ni yo para contárselos”.
Tampoco
caeremos en los lugares comunes en contra de quien solo busca congraciarse con
su pueblo chapeando, pintando fachadas, comiendo tacos de tripa gorda, bailando
salsa o danzas autóctonas y contando chistes malos ante los periodistas.
Nos
quedamos mejor con que nuestro gallo, el gober, “a pesar de ser tan pollo,
tiene más plumas que un gallo y, sobre todo, hay que hacerle justicia y darle
al pueblo lo que el pueblo necesita, es decir, pan y circo” (sic, el Mimo).
Así
pues, hoy es un día memorable.
¡Al
carajo! como dice el Peje, cuánto se gastó en el montaje del show chairo donde
dicen las malas lenguas que cada quien pagó sus gastos por aquello del qué
dirán los fifis.
Mejor
pensemos en la democracia que como diría el del pantalón cáido: “según la lengua
española traducida al castellano, quiere decir demo, como quien dice dimo y
dime con qué nos quedamos”.
Olvidemos,
al menos por hoy, que en el año político que hoy concluye seguimos siendo el
segundo lugar en feminicidios; que estamos gobernados por uno de los cinco
peores y más impopulares de la república; que la inseguridad ha sumido a
Veracruz en una escalada imparable de violencia y que siete Carteles
delincuenciales nos gobiernan.
Y,
por favor no pensemos en que a la vuelta de tres años y con tanto poder y
dinero (124 mil millones anuales) se convirtió en el dueño de la verdad que lo
mismo opina de los trenes aéreos, que llama a la ciudadanía a la Revocación del
Mandato propuesta por López Obrador, una propuesta que rechazó aplicar a su
persona bajo la filosofía popular de hágase la voluntad de Dios en los bueyes
de mi compadre.
Y
que no cuente que llegamos al tercer año de gobierno en donde teniendo tanto
recurso presupuestal resulta altamente sospechoso que aún no tenga para pagar
los aguinaldos y tenga que acudir a empréstitos que a la vuelta de tres años
rebasan los diez mil millones de pesos.
Y,
por favor, que no tenga importancia que suma tres años de gobierno y aun no hay
explicaciones del por qué los subejercicios han obligado a la devolución del
dinero a la federación o por qué se empeña en engañar a la población
presumiendo la inauguración de pequeños tramos carreteros cuando miles de
kilómetros están destrozados.
¿Para
qué hablar -y más en este día- de la lucha contra el feminicidio? ¡No!
Cuando
rinda su informe, su tercer informe, no imaginemos que hablará de la corrupción,
ni que el nepotismo muy seguramente ocupará capítulo alguno de su III Informe…
Para
qué si desde que arrancó su gobierno echó la culpa a su abuelita Manuela de sus
devaneos, razón por la cual su papá, sus hermanos, medios hermanos, primos
hermanos, cuñados, tíos, entenados y todo el frondoso árbol genealógico están
incrustados en el gobierno permitiendo al mismo tiempo que sus colaboradores
hagan lo propio.
Mejor
vamos a Tlacotalpan sin amargarnos o pensando que estamos en el tercer lugar en
muertes por Covid-19; cero en turismo extranjero; cero en inversión privada, y
una división de poderes inexistente.
Mejor
demos paso a la “filosofía” de que la vida es “to be or not to be” que quiere
decir “te vi o no te vi” y ¡Juímonos para Tlaco..!
Tiempo al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo