IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA EN LA PREVENCIÓN DE LAS ADICCIONES
IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA EN LA PREVENCIÓN DE LAS ADICCIONES
Por Salvador Farfán
Seguimos con el tema
de AUTOESTIMA, que es una herramienta muy importante para la Prevención de las
Adicciones.
La enseñanza
adquirida en observación y experiencia señala que las primeras relaciones con
el medio ambiente que mantiene el bebé, y posteriormente el infante, ejercen
una importante influencia en la construcción de su autoestima. La manifestación
de amor incondicional experimentada por el bebé al inicio de su vida, así como
la calidad de las relaciones madre-niño, señalan un aspecto importante en el
paulatino desarrollo de este componente de la personalidad.
También es importante
destacar la necesidad que tiene el niño de buscar la aprobación de su
comportamiento por parte de sus padres, de sentirse aceptado y de continuar
poniendo en práctica cierto tipo de conductas, en las que esta aceptación
funciona como una fuente de información para continuar o corregir su
comportamiento. La aceptación, entendida como un reforzamiento positivo,
desempeña dos funciones muy importantes: proporciona estímulo y afecto, a la
vez que favorece el proceso de independencia y la toma de decisiones.
Durante los primeros
años, el niño depende completamente de la aprobación de sus padres, se siente
como piensa que ellos lo ven. La mirada de los padres en estos momentos tiene
un papel muy importante, pues funciona como una herramienta a través de la cual
va a poder construir una imagen más o menos favorable de sí mismo. En este
tiempo empieza a tomar conciencia de su propio valor, pues un niño que tiene
padres amorosos, que le dedican tiempo y lo alientan en sus esfuerzos, tiene
grandes oportunidades de construirse un concepto de competencia, de habilidades
para la vida y también, muy importante, de desarrollar una disposición para dar
y recibir afecto. Por el contrario, la falta de reforzamientos positivos va a
promover una necesidad constante de aprobación externa y, en consecuencia, una
conducta dependiente.
Durante la primera infancia, pero particularmente alrededor de los tres o cuatro años, el niño se enfrenta con mayor frecuencia a un mundo más grande que el que había conocido; ahora tiene que asistir a la guardería y luego al jardín de niños, donde otros adultos adoptan el papel de padres y participan en el desarrollo de la autoestima. A partir de este momento el infante empieza a presentar cierta preocupación sobre su aceptación social; se muestra atento a las opiniones que tienen de él las personas con las que ahora convive, quiere ser de su agrado y para ello intenta adaptarse y comportarse de la manera en que cree que puede ser aceptado.
El impacto de esta
aceptación por parte de los padres y de las personas cercanas a él se mantiene
de manera constante hasta el momento en que finalmente abandona el hogar. En lo
que se refiere a la apariencia física, en las competencias atléticas y la
popularidad entre los compañeros, la opinión de los amigos llega a ser un
asunto de mucha importancia.