IMSS…crisis del capitalismo
Coatepecana de corazon
Norma Carretero Rojano
“Crisis del capitalismo y privatización de los servicios de salud”, fue el tema analizado en un foro al que acudí recientemente invitada por el Sindicato de Trabajadores del Seguro Social y la Coordinadora Nacional de Trabajadores Jubilados y Pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social A.C.
A ciencia cierta poco se sabe en realidad del tema, sin embargo, por lo mismo, las inquietudes crecen día con día a falta de respuestas concretas. Es, creo yo, que después del mes de octubre de este año, una vez que se haya discutido la reforma a la ley de Instituto Mexicano del Seguro Social en la Cámara alta, sabremos los mexicanos el destino de los servicios médicos a los cuales ahora tendrá derecho el trabajador, las nuevas contrataciones y sobre todo uno de los temas más álgido para el IMSS: pensiones y jubilaciones.
El nuevo esquema sugiere:
- Pensión universal, por una cantidad de aproximadamente $1,092.00 (mil noventa y dos pesos 00/100 m.n.);
- Integración de los servicios de salud con políticas de austeridad y la subrogación –en el mejor de los casos- de los servicios médicos.
- Seguro de vida a madres solteras; y
- Seguro de desempleo, (pendiente en el senado de la república).
Los puntos relevantes a los que verdaderamente habremos de remitirnos serán dos fundamentales y, que además no podemos perder de vista como usuarios: Pensiones y jubilaciones y, servicios de salud. En esta misma tesitura, el IMSS, se puede concluir que, ofrecerá un sistema universal de salud con servicios básicos, es decir, el seguro social termina su ciclo como institución de servicios integrales y ahora solo la salud se le otorgará a la población con servicios básicos quedando fuera enfermedades como: diabetes, canceres, hipertensión, diálisis, etcétera, pues se dice estar en quiebra. La nueva propuesta de la institución sugiere que la población atienda sus grandes enfermedades por medio de aseguradoras, como un modelo similar al que se sigue con nuestros vecinos del norte (USA) y en otras partes del mundo.
Lo cierto de todo esto, es que cambiarán también las condiciones laborales de los trabajadores, desapareciendo el contrato colectivo de los médicos y enfermeros y trabajadores en general, en el cual pierden tres meses de aguinaldo, estímulos de puntualidad, fondo de ahorro, -trabajadores del IMSS-, pero, sobre todo, se pierde la calidad de los servicios médicos.
Dichos cambios en nuestra seguridad social se vendrán dando de manera paulatina, pues, a título personal, considero que es algo insólito en nuestro país y que nos va a costar trabajo asimilar. Reformándose el Artículo 4º Constitucional, se vendrá en cascada un nuevo panorama dentro del sector salud y nuestro derecho a ella.
Efectivamente el destino nos alcanzó. La economía generada por la población económicamente activa (formal), es mucho menor a las cantidades millonarias que mensualmente el IMSS, ISSTE, etc. tienen que cubrir por concepto de pensiones y jubilaciones, independientemente de los malos manejos o mala administración que ha tenido que enfrentar el Instituto Mexicano del Seguro Social a lo largo de varias décadas. Puede ser que con los nuevos esquemas de contratación de seguros médicos a través de las aseguradoras, no sea una mala medida, pero entonces habría que reajustar el salario mínimo, pues apenas alcanza para sobrevivir. Seguramente habrá algún financiamiento o tipo de incentivo para el trabajador en lo sucesivo.
Llegaron los tiempos del cambio, y no quiero fijar una postura en favor de nadie, pero me queda claro que el mundo entero está pasando por crisis similares. Quizás sea el momento de reajustar el modelo económico mundial.
“¡Oh salud, salud! ¡Bendición del rico, riqueza del pobre! ¿Quién podría encontrar demasiado caro el precio por comprarte?”. Ben Jonson (1572-1637). Poeta y dramaturgo inglés.
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