INDAGAN EL GENOMA DEL AGAVE PARA QUE SOBREVIVA ANTE EL CALENTAMIENTO GLOBAL
· Luis Enrique
Eguiarte Fruns participa en un proyecto que beneficiará a productores de
tequila, mezcal o bacanora de México
· Podremos saber las
bases genéticas de la susceptibilidad, enfatiza al referirse al Día
Internacional del Tequila, que se conmemora hoy 24 de julio
La secuenciación genética de los agaves, entre
ellos el Agave tequilana weber variedad azul, permitirá
responder mejor ante las variaciones generadas por el cambio climático o
enfrentar enfermedades que afectan la producción del tequila, comenta el
investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, Luis Enrique Eguiarte Fruns.
En ocasión del Día Internacional del
Tequila, el experto detalla en entrevista que en este proyecto de secuenciación
genética de diversas variantes de agaves intervienen especialistas de
instituciones de educación superior de México y Estados Unidos, con el propósito
de conocer a fondo por qué esta planta produce demasiados azúcares, crece
rápido y genera las mejores bebidas.
El investigador del Laboratorio de
Evolución Molecular y Experimental de la Universidad Nacional precisa: ante el
calentamiento global y las enfermedades podremos saber las bases genéticas de
la susceptibilidad o encontrar los genes que nos ayudarán a sobrevivir si la
temperatura aumenta uno o dos grados, o se vuelven más secos los ambientes.
Actualmente se cuenta con el armado del
genoma del agave con el que se produce el tequila, pero la información obtenida
indica que, aparentemente, la planta que se secuenció es híbrida. Entonces, no
se sabe si así son todos los magueyes tequileros o la que se procesó lo era,
por eso se realizan nuevas pruebas genéticas para revisar la información.
“Estamos muy emocionados porque por fin vamos a entender por qué le gusta esta
clona tanto a los productores”.
Todos los agaves son originarios de
América, la mayoría tiene su origen en México y aunque en esencia tienen
diversidad genética, la industria solo utiliza la variedad Agave
tequilana weber variedad azul, con la cual en 2020 se produjo un
millón 519 mil toneladas de agave tequilero, según el Servicio de Información
Agroalimentaria y Pesquera del Gobierno de México.
Actualmente Jalisco produce 74 por
ciento del tequila nacional, pero también participan en esta industria
Guanajuato, Nayarit, Michoacán y Sinaloa.
La citada efeméride, que se celebra el
24 de julio, fue instituida en 2006 cuando la UNESCO declaró Patrimonio
Cultural los paisajes de los sembradíos de agave y las antiguas instalaciones
industriales del municipio de Tequila, Jalisco.
A decir de Eguiarte Fruns, la
protección del azul se debe a la preocupación de la industria por la denominación
de origen, aunque se pudo seguir el ejemplo de Francia donde las normas de
producción no especifican las uvas exactas que utilizan en la elaboración de
sus vinos, solo se menciona que ese fruto creció en determinada región, que fue
trabajado y fermentado en ciertas zonas de Francia, con procesos tradicionales.
Pero al utilizarse solo para la
elaboración del tequila existe hoy en día la inquietud debido a la modificación
en el clima porque registrará afectaciones, especialmente en la región de Jalisco,
lo que a futuro podría provocar problemas debido al calor y sequías.
Eguiarte Fruns ha dedicado gran parte
de su carrera al estudio de los agaves, los cuales son polinizados por
murciélagos; se sumó a la elaboración de un catálogo de las variantes de esa
planta, especialmente las silvestres, luego de ser invitado por la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
El experto del Departamento de Ecología
Evolutiva del IE asevera que, en general, son de las plantas con más variación
genética, lo que quiere decir que dentro de cada especie era necesario indagar
sus características. Un reporte elaborado por científicos del Centro de
Investigación y Estudios Avanzados sobre que los agaves tequileros carecían de
variación genética, generó preocupación, pues al ser idénticos y surgir una
enfermedad, esta podría matar a todos.
Eguiarte Fruns destaca: A esto se sumó
que Rodrigo Medellín inició el proyecto Bat Friendly, que promueve el cuidado
de los polinizadores y de las variantes; además, Rodolfo Valiente comenzó a
trabajar con diferentes agaves mezcaleros, y nos invitó a participar en un plan
para diseñar mejores prácticas, a fin de resolver el problema que, originalmente,
interesó a Conabio, sobre si se están perdiendo las plantas y la variación
genética.
El trabajo actual del equipo de
investigación tiene el objetivo de revisar, de manera más precisa, el genoma
del tequila. Es decir, si antes se estudiaban cien puntos, en la actualidad la
tecnología permite examinar miles con gran resolución.
El empleado para la producción del
tequila tiene más de 30 mil genes distintos –su genoma es más grande que el del
humano– y ahora el reto es encontrar las correlaciones generales entre los
genes y las características de la planta. Los primeros resultados indican que
la planta utilizada en Los Altos de Jalisco no es una clona, pues tiene algo de
variación genética, por lo que se revisa qué ha sucedido en la industria,
precia Eguiarte Fruns.
Igualmente se analizan otras
poblaciones del que se cree es el ancestro del agave tequilero, por lo que al
final el estudio de los investigadores beneficiará a los productores de bebidas
como mezcal o bacanora en México.
FUENTE: UNAM