INSEGURIDAD EN MUNICIPIOS EN RECTA FINAL DE MANDATOS
INSEGURIDAD EN MUNICIPIOS EN RECTA FINAL DE MANDATOS
El inicio de las pre campañas por los 212
aspirantes – mujeres y hombres – a alcaldías de Veracruz, habrán de dedicar
espacio en su lenguaje a cómo atender la seguridad pública y sus métodos para
abatir la inseguridad.
La planeación, programación y acciones en
materia de seguridad pública en casi todos los Ayuntamientos – «suelen ser
discontinuos».
En los recientes tiempos los cambios de
autoridades municipales parecen dar lugar a la falta de organización de la
seguridad pública, y con frecuencia los medios de comunicación, redes sociales
y otros canales de información dan cuenta de hechos e ilícitos que suceden
igual a plena luz del día o de la noche, en zonas urbanas, semiurbanas y
rurales, y en zonas comerciales o no.
A poco más del cruzamiento del 75 % del
ejercicio y de los cuatro años que abarcarán las actuales administraciones
municipales, no se logra visualizar en los hechos por toda la sociedad que ya
se hayan acomodado sus estructuras humanas y operativas en materia de la
seguridad pública.
De por sí, la seguridad pública, procuración y
administración de justicia en México no atraviesan por sus mejores momentos,
sin que esto resulte un alivio, pero si una muy lamentable realidad.
Ahora bien, habremos de coincidir en que la
inseguridad no debe fragmentar la seguridad ni la tranquilidad social que todos
necesitamos y que nuestras autoridades municipales a través de sus áreas de policía,
nos deben de brindar para garantizar la convivencia.
Oír y saber de robos de llantas a los autos,
asaltos a tiendas, comercios y daños a las libertades y derechos humanos, en
sitios que se suponen están seguros o que se ubican en avenidas de movilidad
alta en las localidades de diversas regiones y municipios obliga a todos –
sector gobierno, iniciativa privada formal, comercio informal y población –
tener que reconocer que los hechos ilícitos alertan y alarman a la sociedad.
En días pasados, la Gobernadora dio un golpe
sobre la mesa, al declarar desde el antiguo Puerto México: “Coatzacoalcos no es
tierra de nadie». Y es de mencionarse que lo dicho por la ingeniera Nahle,
no limita la visión de la inseguridad en el estado, son 212 municipios, no
únicamente Coatzacoalcos, la inseguridad permea en todo el territorio, y si la
cohesión social no se utiliza para coadyuvar en las acciones de la imperante
inseguridad, poco se podrá hacer para combatir este flagelo de enfrenta la
sociedad en su conjunto.
En pleno despeje del sexenio de Rocío Nahle
(periodo de primeros 100 días) y en la recta final de los Ayuntamientos veracruzanos,
parece que las todavía actuales autoridades municipales no se acomodan con sus
fichas en el tablero del ajedrez del combate a la In – Seguridad Pública, siendo el primer piso de
gobierno como referente para la atención y el abatimiento del rubro que nos
ocupa, y desde ahí contribuir a una mejor convivencia.
Todos los delitos de no enfrentarlos con el
ánimo de atajarles y erradicarlos, puede pasar a otro tipo de hechos
delictivos, evitemos que la sociedad busque la autodefensa, pues hay que aceptar
que no es solución pacífica ni la mejor opción; «armarse y
contraatacar».
Y es que la autodefensa social no es solución,
pues lleva a otro tipo de delitos, pero ya nadie parece querer ser espectador
de los hechos que dañan a las personas, así como a sus queridos y a sus bienes.
Desde el inicio de campañas, todos los
candidatos y candidatas, deberían de empezar por evaluar a los elementos que
conduciría sus equipos de seguridad, y esas áreas en sus estructuras
municipales de obtener el triunfo electoral, e incluir a la seguridad en su
Plan de Desarrollo en primer lugar, sin olvidar la seguridad y la protección a
la población.
DE
SOBREMESA
La suma de esfuerzos es conjunta, con los
próximos relevos en las alcaldías será importante evaluar los resultados de
estos cuatro años por concluir, y replantear los Programas de Prevención del
Delito a nivel estatal, evaluar los resultados de los mandos municipales y no
caer en la errónea visión de que todo se debe de militarizar, pues se dice que
ahí radica el descontento de integrantes
de los cuerpos de seguridad pública municipal, y puede ser un buen momento de
modificar el estilo de gobernar a nivel municipal en la política pública que
envuelve a la seguridad pública local.
¡ ES
CUANTO !