JAVIER ORTIZ AGUILAR EN LA BIBLIOTECA DE HUMANIDADES UV
JAVIER ORTIZ AGUILAR EN LA BIBLIOTECA DE HUMANIDADES UV
Ángel Rafael
Martínez Alarcón
En
la otoñal mañana del lunes 27 de noviembre en el Salón Azul de la Unidad de
Humanidades de la Universidad Veracruzana, asentada en el antiguo ejido de San
Bruno. Se realizó la entrega protocolaria
de parte de la biblioteca personal del ex académico de la carrera de
historia por varias décadas. Javier Ortiz Aguilar,(1941-2022). Quién
falleciera en el invierno del año pasado en la ciudad de Xalapa, donde vivió,
los últimos 60 años; en la calle de Clavijero
en la zona de la Cruz de la Misión-El Calvario. Se dieron citas las
autoridades de Bibliotecas, del área de humanidades, docentes de la Facultad de
Historia y sus alumnos, familiares y amigos nos dimos cita para ser testigos de
la última voluntad. Qué su biblioteca reunió a lo largo de su vida.
El recuerdo de Javier Ortiz Aguilar,
con sus lentes de pasta negra. Su cigarro, un vaso de café, bien azucarado, y
un libro. Así en los pasillos de la
Facultad de Historia donde fue catedrático por varias décadas, o también en las
instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional 301 en la ciudad de Xalapa.
y la primera provocación salió una invitación para tomar un café. Son cientos
de idas a tomar un café en los Arcos, o en el centro de la ciudad, el Café de
la parroquia de la calle de Zaragoza, propiedad de Abel Torres.
Una vez sentados en torno a una
taza de aromático café de la región, el maestro empezaba hablar de los avances
de la lectura del libro en turno, explicaba sus subrayados. Si el autor era de
sus predilectos, recordaba su anterior libro. Así pasaban las horas. Javier
Ortiz Aguilar, todo un docto del olvido, dejaba en el olvido, muchas veces
regresaba a preguntar sobre el libro olvidado el día anterior. Otras de las
veces el libro había sido leído, te lo obsequiaba para estimular su lectura, y
en el próximo café, sería el tema para seguir dialogando.
Siendo presidente de la Academia de
la Educación sección Veracruz, fundó su Biblioteca Rafael Arriola Molina (1913-1996), con parte del fondo bibliográficos del Instituto de Intercambio
Cultural México-URSS (1982) “José Mancisidor”, su biblioteca “Chinguiz Aitmatov”
(1928-2008).Mi primer trabajo como bibliotecario. Con esa actividad descubrí
que Ortiz Aguilar, era amante de los libros.
Javier Ortiz Aguilar,
(1941-2022), ya cercano a su desaparición física, tenía muy
claro que su biblioteca personal que había reunido por espacio de 60 años. Su
voluntad era que fuera donada al Ayuntamiento de Altotonga, Veracruz donde había nacido un 18 de abril de
1941.Muy lamentablemente las autoridades municipales no le dieron la mayor
importancia, seguramente los empleados municipales vieron más trabajo, en la
biblioteca municipal, espero que el alcalde Nacho Morales Guevara, quien por
segunda vez gobierna dicho ayuntamiento. Tenga la voluntad de recibir
parte de la biblioteca, para cumplir la voluntad de uno de sus coterráneos.
El pasado lunes 27 de noviembre del
presente año, en el salón Azul de Humanidades, se realizó la ceremonia
protocolaria de la donación de parte de
la biblioteca a la Biblioteca Carlo
Antonio Castro Guevara[1] (1926-2010) de la Unidad de Humanidades, donde
Javier Van-troi Aguilar Sandoval, hizo entrega del fondo bibliográfico de su
señor padre, con la asistencia de la titular de la bibliotecas de la
Universidad la doctora Ana María Salazar, ex alumna de Javier Ortiz
Aguilar, la directora del área de
Humanidades, la doctora Yolanda González Molohua, el director de dicha facultad, el doctor Raúl
Romero Ramírez, la jefa de la biblioteca
de Humanidades, Mtra. Iris Yazmín Flores Aburto, y el Mtro. Juan Francisco
Gaspar Velasco.
El acto se inició con palabras de Javier
Van-troi Aguilar, quien realizó una semblanza de sus padres: Javier y
Matilde, ambos docentes. Romero Ramírez, ex alumno a finales de los años ochenta del
siglo XX, y amigo, como compañeros en
diversas instituciones educativas, recordó al maestro siempre a la vanguardia
del pensamiento. Emocionada la Dra. Salazar Vázquez al entregar la biblioteca de su maestro
de filosofía de la Historia. Exalumno y
amigo Juan Francisco Gaspar Velasco, presidente vitalicio y a
perpetuidad de la República de Vulgaria. (Un círculo de lectura, así auto
llamado) Exhortó leer la biblioteca de
su maestro, y a consultar sus notas marginales como los subrayados que cada
libro tiene.
Amigos, familiares, docentes y
alumnos fuimos testigos de dicho acontecimiento. Me vino a la memoria la
presentación de un libro de Carlo Antonio Castro Guevara, siluetas mexicanas, Amate, 1980; dónde
incluye el texto Lupe la de Altotonga.
Los recuerdo a Carlo y Javier
ya hombres maduros y catedráticos universitarios, conversando sobre
dicho libro, yo un joven adolescente de 16 años. Y la amistad que siempre hubo
entre ellos. Y hoy unidos bajo la misma pasión los libros.
Al final dicho acto hubo un café y galletas. Nosotros nos
trasladamos a nuestro sagrado templo del café a los Arcos para seguir
recordando a nuestro amigo y maestro Javier Ortiz Aguilar.
[1]
https://lazebra.net/2016/04/01/la-obra-de-carlo-antonio-castro/