Juegos Olímpicos, Paridad y Sexualización
Por Brenda Caballero
Mi mayor celebración en los Juegos
Olímpicos hasta ahora, es el pase de Alexa Moreno a la final de salto de
caballo. Una mujer que ha dado todo por su pasión: la gimnasia, a pesar de
burlas y bromas por su aspecto físico, por supuesta “gordura” para ser gimnasta;
sin duda un estereotipo a través de la historia del deporte que la misma Alexa
ha echado por los suelos, tapando bocas y siendo ejemplo para que niñas y
jóvenes en el mundo, se atrevan a alcanzar sus sueños.
Alexa es una de las 51 mujeres que
integran la Delegación Mexicana y que están en estos momentos participando en
Tokio, Japón. México hace historia porque por vez primera tiene mayor presencia
femenil que varonil en unos Juegos Olímpicos. Nuestro país participa con 101
plazas olímpicas, aparte de las 51 mujeres participan 4 más en equipos
mixtos, complementan 46 hombres para el total.
Aunque no solamente México muestra
avance en paridad. De acuerdo a la información del Comité Olímpico
Internacional, participan 11 mil 274 atletas: 5 mil 392 mujeres y 5 mil 882
hombres representando a más de 200 países. Con estas cifras, las mujeres representan
el 48.8 por ciento de los deportistas en Tokio.
Con este dato, las mujeres hacen
historia al sumar tal cantidad de deportistas en unos Juegos Olímpicos si
recordamos que su participación por vez primera en el año 1900 en Paris, fueron
únicamente 22 de 997 atletas. ¡Ah! y no se les permitió participar en todos los
deportes, únicamente en croquet, tenis, vela, ecuestre y golf.
Poco a poco la participación de las
mujeres en los Juegos Olímpicos se ha incrementado, hasta los números que hoy
conocemos en paridad, pero a pesar de ello se sigue hipersexualizando su
cuerpo.
Para promover una información libre
de estereotipos, ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional se han
esforzado por hacer una guía periodística para evitar coberturas sexistas en
los medios de comunicación, integrando perspectiva de género. Con ello, se
trata de evitar comentarios relacionados con la orientación sexual y con su
físico. Además de terminar con la idea de que el deporte femenino interesa
menos que el masculino.
A pesar de los esfuerzos, esto no se
ha logrado pues sigo escuchando comentaristas que comparan el futbol de hombres
con el de mujeres, o que exaltan la belleza de las mujeres y no sus cualidades
deportivas o su participación. ¡Por Dios! ¡las mujeres no somos un culo
solamente!
Es increíble que para algunos
deportes no se les permita a las mujeres estar cómodas y se les exija usar
uniformes con determinadas características que lo único que provoca es la
sexualización de sus cuerpos.
Si bien urge cambiar esas reglas
internacionales, es de destacar que las deportistas ya están tomando cartas en
el asunto, tal es el caso de las gimnastas alemanas que el pasado fin de semana
decidieron salir con unitardos hasta los tobillos a su competencia mundial,
para no ser cosificadas. La misma gimnasta Sarah Voss expresó: “Nosotras las
mujeres queremos poder sentirnos cómodas en nuestra propia piel. En el deporte
de la gimnasia es cada vez más difícil hacerlo conforme tu cuerpo infantil va
creciendo. Cuando era niña, no veía nada malo con los uniformes de gimnasia,
Pero cuando comenzó mi pubertad y mi periodo llegó, comencé a sentirme cada vez
más incómoda”.
También existe la otra parte. Deportistas
como Olivia Breen, que prefiere usar short de sprint cortos y que acusó a una
funcionaria de criticarla por el tamaño de los mismos.
Es más, en vez de estar escribiendo
de la ropa que deben usar las mujeres, en estos momentos deberíamos estar hablando
de sus logros deportivos, sin sexualizarlas.
@NumerosRojos_BC