Juvecan: masculinidades dañinas, rompiendo mitos y desaprendiendo conductas
Juvecan: masculinidades dañinas, rompiendo mitos y desaprendiendo conductas
El pasado dos de septiembre,
en la reunión que el Grupo Juntas Venciendo el Cáncer (Juvecan) Coatepec, la
Antropóloga Social Guadalupe Rafael López Leano, mejor conocida como Lupita
entre las integrantes del grupo, habló sobre “Las nuevas masculinidades”.
Lupita es directora del
Instituto de la Mujer Coatepecana y una orgullosa Voluntaria de Juvecan. En la
charla explicó que la masculinidad es un mandato cultural que se deriva de una
construcción histórica que ordena a los varones a tener valores,
comportamientos y conductas “características” de su género en una sociedad
determinada.
Esta construcción histórica
de “lo masculino” se asociada con la violencia, dominio y fuerza, las práticas
y creencias más comunes son que el hombre debe proveer sustento y seguridad a
la mujer, lo que genera la falsa creencia de que el hombre tiene alguna especie
de control o derecho de propiedad sobre la mujer.
Esta masculinidad
hegemónica, tiene relación directa con la cultura de la desigualdad: “Ellos
mantienen el control sobre las mujeres para acaparar el poder”. Este control
puede ejercerse de muchas maneras, desde una violencia explícita como golpear o
gritar para expresar enojo, como una manipulación emocional y psicológica para
que la mujer se aísle de su círculo social o se olvide de su crecimiento
profesional para dedicarse a “lo que le corresponde” como mujer.
Los hombres, como
maltratadores, celosos, acosadores, quieren imponer su voluntad, incluso,
usando el camino de la violencia. Sin embargo, el feminismo ha logrado
visibilizar el machismo como una forma de masculinidad dañina e invita a romper
con el mito del hombre violento y del hombre que todo lo puede.
Lupita da algunos tips para empezar
a romper estos mitos y des-aprender estas conductas:
· Renunciar a los privilegios actuales.
· Liberarse de cargas innecesarias.
· Comprometerse con la igualdad de género y
· Aceptar una corresponsabilidad real en las
tareas domésticas y otras actividades comúnmente de mujeres.
· Esto implica evitar ideas y visiones que han
colocado a las mujeres en una posición inferior.
Las nuevas masculinidades
fortalecen las relaciones igualitarias entre mujeres y hombres, además, deja en
claro que el machismo ha hecho mucho daño a la humanidad y no es la contraparte
del feminismo que busca visibilizar las desigualdades y propone vías para
erradicarlas.