La bigamia de Bingen
Por Salvador Muñoz
Los
Políticos
Enrique Cambranis llegó y su voto fue
para Othón Hernández Candanedo. El de Bingen Rementería fue igual para el
misanteco para que fuera el coordinador de la bancada azul en la LXVI
Legislatura. El porteño pasa a ser Vicecoordinador. El pretexto, según se cuenta
al interior del PAN, para que Bingen no buscara al 100 por ciento tal cargo en
el Congreso local, es muy simple, palabras más, palabras menos: “Ser
Coordinador requiere de estar más tiempo en Xalapa y yo estoy recién casado”.
Regina ha de estar muy complacida con el compromiso de su marido que aún
mantiene la luna de miel a casi dos años de matrimonio.
“Ya estamos trabajando en ello”, me
dijo Bingen Rementería, después de que lo vi encantado con la bebé Natalia,
hija de Nora Jessica Lagunes, y le pregunté “Y tú, ¿para cuándo?”
Su respuesta podría encajar a la
perfección con los comentarios que se dieron en torno a la designación de Othón
Hernández como coordinador cuando en primera instancia, se tenía la idea de que
sería Bingen pero…
Hay que ser francos: Bingen está casado
por partida doble. Primero, con Regina Velasco Casazza; y luego, está casado
con la idea de ser candidato a la alcaldía de Veracruz.
¡Y tiene razón! Ser coordinador lo
obligaría a estar más tiempo en Xalapa, mismo tiempo que podría ocupar para
algo más sustancioso para él como el retomar su actividad de gestoría en el
Puerto jarocho.
No es que uno no sea romántico y no se
pretende desromantizar a Bingen, pero antes de ser un buen marido, el Sol del
Congreso fue primero Político.
Sabe que tiene tres años para afianzar
su imagen y persona en el Puerto si quiere ser candidato a la alcaldía, porque
no la tendrá fácil, simple, sencilla, y sí más complicada que en la anterior…
Por un lado, ha de esperar que la
alcaldesa Paty Lobeira tenga la cortesía y la altura política suficiente para
que, una vez que entre en funciones, igual lo convide de la atención para
asistir a los eventos a los que haya lugar (no como Fernando que lo cortó
gacho) y no sólo le den champú a Miguel Hermida, que guste o no, desde este
momento entra a la carrera del 2025.
Insisto: Bingen va a tener una
complicada carrera al 2025 porque no sólo es Miguel Hermida, recordemos que el
PRI tiene a dos porteños en su bancada: Marlon Ramírez Marín y Anilú Ingram
Vallines y a ver, dígame si a alguno de estos jarochos no les gustaría ser
alcaldes del Cuatro Veces Heroico!
Ahora, si son parte de la alianza,
¿igual serán invitados a los eventos del Ayuntamiento porteño?
Claro que ello ha de depender bastante
primero, aunque no lo crean, de las elecciones internas del PAN y de quien
resulte ganador de éstas.
Con un Chapo en la dirigencia, un 2024
está pintado entonces para un Julen Rementería; con un Tito en la dirigencia,
un 2024 está pintado para un Miguel Ángel Yunes Márquez. Ya que ganen es otro
cantar.
A ello súmele que si la alianza
PAN-PRI-PRD (más los que se sumen) se mantiene para el 2024, qué impedimento
podría darse para que se repitiera en el 2025 con la recanija posibilidad de
que por estrategia política se apostara a un candidato o candidata del PRI para
el Puerto… bueno, insisto, eso depende de quién sea el dirigente del PAN.
Mientras, Bingen queda en el papel de
Vicecoordinador y de marido ejemplar, aunque en lo político, nadie nos quita de
la cabeza de que sigue casado con la idea de ser candidato a la alcaldía
porteña.