La buena vida|San Valentín
Rosa María Campos
La celebración del 14 de febrero la estableció el Papa Gelasio para honrar a San Valentín entre el año 496 y el 498 después de Cristo. Algunos historiadores sostienen que el pontífice fijó esta fecha para cristianizar las celebraciones paganas del festival Lupercalia de la antigua Roma, por lo tanto El Día de San Valentín reúne la tradición cristiana con la del antiguo imperio romano, pero… ¿Quién fue San Valentín?
La historia:
En el siglo tercero vivía un emperador romano, cruel y tirano, llamado Claudio III y un humilde cristiano cuyo nombre era Valentino. Por aquellos tiempos, Claudio ordenó a los creyentes de Cristo que adoraran a sus dioses o se les castigaría con la pena de muerte. Las amenazas no amedrentaron a Valentino por el contrario aumentaron en él su amor por Jesús Cristo y continuó con sus ritos devocionales. Pasó, lo que tenía que pasar, encarcelaron a Valentino, para luego matarle, pero ahí en el cadalso, durante las últimas semanas de su vida, algo inesperado sucedió. El carcelero, un hombre letrado, impresionado por los conocimientos de Valentino, pidió permiso para traer a su hija Julia, una joven ciega y preciosa, a recibir lecciones de Valentino. Valentino enseño matemáticas a Julia, le leyó cuentos de la historia romana y también le hablo de Dios. Julia, de mente ágil, fue una alumna excelente. En pocos días Valentino se ganó el respeto y admiración de la joven, quién confiada en la sapiencia de su maestro se atrevió a preguntarle: ¿Será verdad que Dios escucha nuestras oraciones?
-Sí, respondió el mentor, Dios escucha todas y cada una de nuestra oraciones”.
– Sabes Valentino, continuó Julia: Yo le pido a Dios cada noche y cada mañana, que pueda ver. Tengo grandes deseos de ver todo lo que me has contado.
– Ten fe Julia, Dios siempre hace lo mejor para nosotros, si creemos en él.
-¡OH, Valentino, yo si creo en Dios!, dijo Julia con intensidad. ¡Yo creo! Y se arrodilló apretando la mano de su mentor. Después se sentaron juntos, cada uno en oración.
De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la prisión. Julia radiante exclamó; “¡Maestro puedo ver, puedo ver!” “Gloria a Dios” exclamó Valentino.
En la víspera de su muerte, Valentino le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó “De tu Valentino”.
El mártir fue ejecutado el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta, a la cual se le conoce como “La Puerta de Valentino”. Lo sepultaron en la Iglesia de Práxedes en Roma y cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba.
Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
A partir de entonces, como ustedes lo saben, cada 14 de febrero, el día de San Valentín, mensajes de afecto, amor y devoción son intercambiados por millones de hombres, mujeres y niños en todo el mundo.
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