La Cuarta vacunación COVID 19
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Más vale protegerse que tener que lamentar un fallecimiento
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Cientos de adultos acuden al Gimnasio Omega a inocularse
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Todavía hay quienes no se vacunan por miedos absurdos
Por
Miguel Angel Cristiani Gonzalez
Acudimos
este lunes a primera hora a la aplicación de la cuarta vacuna de refuerzo
contra el COVID 19, en el salón del Gimnasio Omega, en donde sin mayores problemas
salimos inyectados, luego de dos horas.
Llegamos
poco antes de las 8 de la mañana y ya había una fila de adultos mayores de 60
años esperando a que se abrieran las puertas y poder entrar a ocupar las sillas
de espera, en que le toque el turno de pasar al frente de vacunación.
Hay
que destacar la amabilidad y buena disposición de todo el personal de SEDESOL,
Seguro Social y de la Secretaría de Salud que están informando a la población
sobre los pasos a seguir.
El
problema que se presentó, fue que como nunca se dijo que había que imprimir el
formato de la página de www.Mivacuna.gob.mx , ya que se había
asegurado que a estas alturas del partido no era necesario ya llevar ningún
comprobante, sino simplemente presentarse, un buen grupo de los adultos, no
tenían el formato impreso.
Pero
como si ya supieran que se iba a presentar ese problema, “casualmente” en la
puerta del gimnasio estaban instaladas tres mesitas con impresoras, en las que
unos jóvenes -que no eran de los de Compartiendo el Futuro- estaban imprimiendo
el formato de la página de internet, no de manera gratuita, sino mediante el
pago de 15 pesos por la hojita.
En
anteriores ocasiones, se informó previamente, para que se pudiera bajar desde
su domicilio la hoja de control de la vacuna, pero como ahora ya no se hizo
así, pues ya hubo unos jóvenes ganones.
Las
vacunas Aztra Seneca 210609 que fueron las que se estaban aplicando, llegaron a
las 8:30 cuando ya casi todas las sillas del gimnasio Omega estaban ocupadas
por los adultos mayores.
Finalmente,
a las 9 de la mañana comenzó la aplicación de las vacunas, no se sabe si porque
estaban esperando a que fuera el delegado de la Secretaría del Bienestar en la
entidad, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, pero no llegó a ese inicio.
Hay
que reconocer también que la enfermera que nos tocó que aplicara la vacuna,
tenía muy buena mano, porque no sentimos ni el piquete.
Todo
el proceso fue muy rápido y sin molestias.
Pero
a pesar de todo, hay muchas personas adultas y jóvenes que no se han aplicado
la vacuna, por los más diversos y absurdos razonamientos.
Los
más frecuentes es porque tienen miedo, porque ya se murió algún conocido o
familiar.
Pero
precisamente, la mayoría de los que se han muerto, es porque no acudieron a
vacunarse con ninguna de las cuatro inyecciones que se han aplicado hasta la
fecha.
Tampoco
hay que confiarse de que ya están vacunados y que por eso no le pasará nada,
porque hay que seguir tomando las medidas preventivas para evitar nuevos
contagios.
Como
bien asegura Pancho López el filósofo xalapeño ateniense “más vale prevenir que
tener que lamentar”.
La
pandemia del COVID ya está en todas partes y tenemos que acostumbrarnos a
seguir viviendo con las medidas de precaución, como son el uso del cubrebocas y
la aplicación de gel antibacterial al entrar a lugares públicos.
El
COVID ya es parte de nuestra vida cotidiana, por eso si queremos continuar
nuestra existencia, hay que seguir aplicando las medidas de protección.
Quienes
no han ido a vacunarse, todavía están a tiempo de hacerlo y evitar poner en
riesgo su vida y a sus familiares.
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