La cuarta vía
DANIEL BADILLO
Hoy en Veracruz el Partido Nueva Alianza es, sin duda, la cuarta vía. Ante la polarización del discurso y los ataques entre las principales coaliciones que habrán de disputarse la gubernatura del estado, las diputaciones locales y federales y el senado de la República, este partido reformista y liberal es una opción real para los ciudadanos. Sobre todo porque el eje rector de sus políticas públicas y su propuesta de cambio, es la educación. Nueva Alianza gobierna en 18 municipios del estado y cuenta con una votación efectiva superior a los 200 mil sufragios. De allí que su dirigente estatal, Mérida Mar Domínguez, mujer de amplia trayectoria en el magisterio, sea enfática en señalar que –como cuarta vía- este partido propone empoderar a los ciudadanos para dar voz a los padres de familia, a los profesionistas, a los jóvenes, a las mujeres, a los adultos mayores, a los grupos vulnerables y a los trabajadores.
De hecho, en su programa de acción, Nueva Alianza establece que es urgente dar prioridad a los derechos humanos y a la igualdad sustantiva para transformar al país mediante el impulso y la cobertura de la educación en todos los niveles y por medios escolares. Busca construir, junto con la sociedad y los medios de comunicación, una cultura de respeto a la libertad de expresión y a la legalidad. Se trata de una alianza ciudadana en la que caben todos. La mayor preocupación de esta cuarta vía es la educación, y ésta se encuentra en el primer plano de su agenda. Por ello su compromiso ineludible con el magisterio nacional, con las maestras y maestros, de quienes depende en gran medida la formación y el crecimiento personal de millones de niños y jóvenes en todo el país.
Nueva Alianza es consciente de la crisis de seguridad que se vive en México. Es necesario por tanto recuperar las localidades, las comunidades y los espacios públicos como mecanismo para afrontar con éxito las conductas antisociales y delictivas. Por eso propone que la seguridad sea reconocida como un derecho fundamental de los ciudadanos. La educación es, por tanto, la herramienta probada para recuperar los valores cívicos, la cooperación social, la legalidad y la seguridad que permitan restablecer el tejido social. Es necesario también empoderar a las mujeres. De 25 países latinoamericanos, señalan sus documentos básicos, México ocupa el lugar 20 en cuanto a presencia femenina en los asuntos públicos. Además, hay que aprovechar el bono demográfico que significa contar con 38 millones de mexicanos entre 12 y 29 años de edad, porque los jóvenes son el corazón y el impulso innovador de México. Siendo un partido liberal, se manifiesta en contra de la homofobia, el racismo, la exclusión y la marginación de los grupos vulnerables. Se trata, pues, de un partido al servicio de los ciudadanos.
Allí está una cuarta vía para quienes hoy se encuentran indecisos sobre el sentido del sufragio que habrán de emitir el primero de julio. Una cuarta vía para las mujeres y jóvenes. Una cuarta vía para los ciudadanos que están hartos de la guerra verbal y de ataques entre las demás corrientes políticas. Una cuarta vía cuya base social es el magisterio y la educación como antídoto a los grandes males de este país. Es urgente transitar por la vía de la conciliación, el diálogo respetuoso y constructivo; la vía de la concordia y la paz social. Llegó la hora de encontrar coincidencias más allá de las diferencias, respetando siempre la opinión del ciudadano.
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