LA DERROTA DE AMLO
LA DERROTA DE AMLO
Pedro Peñaloza
“Más que la
verdad, el demagogo dice lo que el público quiere oír”.
José Ramón
Ayllón
El inquilino de Palacio Nacional creyó que podría
erigirse como el líder de la región, sin embargo, se ha quedado esencialmente
solo. Los datos indican que a la Cumbre de las Américas asistirán los
presidentes de los países más significativos de América Latina. Su desplante
“solitario”, arguyendo que deberían asistir todos los países, sin exclusiones,
no tuvo el efecto esperado.
Dos naciones simétricas a la economía mexicana
concurren a dicha reunión. Su amigo, el presidente de Argentina, Alberto
Fernández, no lo siguió en su aventura, y el presidente de Brasil, el
derechista Bolsonaro, por supuesto que tampoco iba a apoyarlo. Los presidentes
de izquierdas de Perú, Chile y Bolivia tampoco se engancharon en el
emplazamiento del tabasqueño.
Por lo que, López Obrador quedó como el
“representante” de tres países gobernados por dictadores. Nadie significativo
lo siguió. Sus cálculos fallaron. Supuso que la Casa Blanca cedería. Se
equivocó rotundamente. La jugada se le revirtió y la interlocución con Biden
será endeble y poco confiable. No es un líder regional. Simplemente quedó como
una expresión vernácula y aldeana. Eso sí, reconocido por los tres autócratas.
No más.
Quedó claro que AMLO no representa una opción para
agrupar a los países latinoamericanos. Su discurso no da para más. Carece de
una agenda que cuestione la hegemonía estadounidense y los unifique. Su
nacionalismo de pacotilla es anémico estructuralmente. Pasa por un beligerante
antineoliberal, más su política económica en México defiende los mismos
intereses cupulares. El catecismo neoliberal es cumplido puntualmente.
¿Qué puede ofrecer López Obrador a los países de la
región para construir un frente común, más allá de discursos vacuos y
demagógicos? Nada. Un ejemplo claro del doble discurso presidencial es su trato
a los migrantes. Sigue siendo el muro guardián del vecino del norte. En
conclusión, AMLO fracasó en su chantaje a Biden. Perdió en este primer round.
¿Qué ganó en términos de correlación de fuerzas regionales? Nada sustancial.
Pero, quedó claro, que su fuerte es emitir ocurrencias, desde el púlpito en las
misas de siete a ciudadanos ingenuos y alimentar a sus fanáticos.
Otro aspecto de su postura retadora, es la
contradicción discursiva, en donde el presidente llama a la unidad y la
concordia entre los gobiernos de la región, pero, por otro lado, en México
atiza la hoguera de la polarización y las descalificaciones contra quienes
emiten críticas a su gestión. Aquí no hay paz ni tolerancia. Todos los días son
propicios para denostar a quienes no están presentes. Esa es su dinámica.
pedropenaloza@yahoo.com/ Twitter:@pedro_penaloz