La familia como eje principal.
La familia como eje principal.
Por Psic. Anilú
Arechavaleta González
La
familia como estructura principal de formación de valores, amor y virtudes,
entendida como un sistema interactivo de comunicación, que puede llegar a
presentar dificultades en la cotidianidad entre los integrantes que la
componen, es importante recalcar, que es en este sistema donde nace el proceso
de expresión familiar de todo acto comunicativo, desde esta perspectiva la
familia realiza un papel importante en la estructura sociocultural, como
sistema abierto el cual posibilita la interacción de los integrantes con su
entorno favoreciendo la intervención en los problemas que se puedan estar
gestando al interior del núcleo familiar.
Es
cuando se acentúa la necesidad de vislumbrar la importancia de la unión,
comunicación y amor en la familia. La clave de toda comunicación asertiva es desde
luego responsabilidad de inicio de las figuras primarias, los padres y madres
que buscaran siempre lo mejor para sus hijos e hijas, continuando con la
responsabilidad y el papel importante que tienen dentro del núcleo familiar,
donde su aportación será valiosa al interior y exterior, proyectando la imagen
de esa formación con valores que recibieron.
Cabe
mencionar lo importante y fundamental que son las vivencias, el aprendizaje, y
los valores de formación, las generaciones que anteceden a las actuales
transmitieron sabiduría y amor incondicionalmente en aras de dejar una huella
en la vida de sus seres queridos, el origen y comienzo de esta transcendencia
fue en la familia. Es de esta célula donde yace lo más preciado en la vida, la
intención de crear excelentes personas es para el bienestar mutuo, donde las
raíces quizá sean ásperas y dolorosas en ocasiones, pero los frutos serán
suaves y dulces, partiendo de la educación en la familia, la comunicación y el
amor hará la diferencia en las generaciones venideras.
Les comparto
unas líneas del libro “El Hombre en busca del Sentido” que en lo particular
resonó y movió fibras emocionales que permanecían anestesiadas por la
cotidianidad de esta sociedad instantánea. Vìktor Frankl Médico de profesión,
sobreviviente de los campos de concentración Nazi, vivió entre otras
situaciones una las más difíciles, la decisión de continuar alado de sus padres
los cuales ya eran ancianos y no contaban con la ayuda de otro hijo varón,
quedarían desvalidos y además con el riesgo inminente de ser encarcelados o
deportados, esta situación apelo a la
conciencia de Vìktor pues era una interpelación que la vida le presentaba, ¿debía
atender a sus padres o proseguir una esperanzadora carrera? Prometedor futuro
le esperaba fuera de ese lugar, era desconcertante tomar una decisión en ese
momento, sin embargo se dispuso a salir a caminar y dispersar su mente, de
regreso a casa él se detiene en una Catedral, allí en ese lugar se preguntaba cuál
era su responsabilidad para con sus padres, y donde quedaba él, pedía una señal
al cielo para saber qué hacer, cuando al mirar hacia abajo observo un pequeño
pedazo de mármol partes de lo que estaba hecha la catedral en ruinas, ese
pedazo llevaba impreso un signo el cual no comprendía, decidió llevárselo y al
llegar a su casa, le pregunto a su padre si él sabía lo que significaba, y que estaba
impreso en el pedazo de mármol, el padre le contesto, que era una parte de las
tablas de los mandamientos, inscrito en hebreo, “ Honra a tu padre y a tu
madre, para que vivas por mucho tiempo
en la tierra” así que la señal apareció!!! Y se quedó junto a sus padres. El
amor incondicional hacia los padres mueve al ser humano, esos valores de
creación y de actitud son los que hacen la diferencia, la comunicación asertiva
y formación que inicia en el núcleo familiar es el centro que te empuja hacia
una vida plena y llena de paz y armonía.