La historia no avanza pidiendo permiso
La historia no avanza pidiendo permiso
Por Pilar Badillo Virués
«Cuídate de los
altares. Jamás se te ocurra subirte a uno, ni como hija modelo, ni como
noviecita santa, ni como esposa abnegada, ni muchísimo menos como madre
mexicana. Abusada”.
Rosario Castellanos
No es un día para “felicitar” a las mujeres por
el hecho de serlo. A través de los años, desgraciadamente, las mujeres hemos
tenido que luchar por el reconocimiento a nuestro espacio dentro de la
historia. Fueron diversos sucesos que se suscitaron a finales del siglo XIX y
principios del XX que derivaron a la conmemoración de lo que conocemos como el
día internacional de la mujer. Esta conmemoración recuerda que las mujeres no
hemos estado en condiciones de equidad en relación con los hombres, uno de los
antecedentes fue lo ocurrió el 8 de marzo de 1908 en el marco de
una huelga demandando las míseras condiciones
laborales, la reivindicación de una jornada de trabajo menos larga y el fin del trabajo infantil.
La necesidad de apoyar la lucha por unas
mejores condiciones se intensificó el 25 de marzo de 1911, cuando un
catastrófico incendio en la fábrica de camisas Triangle
Shirtwaist de Nueva York causó la muerte de más de 140 mujeres y
muchas otras resultaron gravemente heridas, ya que quedaron atrapadas detrás de puertas
cerradas con llave y fuera del alcance de las escaleras de los bomberos. Ellas
eran forzadas a permanecer en su lugar de trabajo y no unirse a las huelgas. Uno de los motores para
organizarse de estas mujeres en 1911 fue solidarizarse con el despido
injustificado de otras compañeras. Otro hito importante dentro de la historia
fue la protesta de mujeres rusas el 8 de marzo de 1917 para obtener el voto
femenino.
Al día de hoy seguimos saliendo a las calles,
apropiándonos de espacios públicos para que se nos reconozcan nuestros derechos
y libertades fundamentales. Algunos -privilegiados- de la ciudadanía como respuesta
a las protestas dijeron, dicen y dirán que “hay formas para exigir”, que “la
violencia no se combate con violencia” o que “feministas eran las de antes”.
Los llamo -privilegiados- porque ellos, afortunadamente, no han vivido algún
hecho de violencia como el que viven miles de mujeres todos los días y si lo
han vivido entonces ha sido aislado de la problemática social de violencia de
género, porque siguen con la vista nublada y sin reconocer la historia. Los
llamo -privilegiados- porque pareciera que viven en un mundo sin impunidad e
injusticia. Porque -privilegio- es cuando tú piensas que algo no es un problema
porque no estás siendo personalmente afectado por ello.
Y sí, en esta resistencia que hemos creado las mujeres se han
agotado los recursos necesarios para la búsqueda de justicia y se sigue en pie
de lucha. Hay que recordar el caso de la menor de 17 años que fue violada por 4
policías en 2019, hubo denuncia ¿Y qué pasó? Se filtró información de la
PGJ-CDMX. Algunos medios de comunicación difundieron esta filtración, siendo
partícipes de la violencia en contra de ella y la revictimización. Ignorando
que son datos protegidos por ley, contenidos en la Ley General de Víctimas y la
Ley de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. La
investigación se puso en riesgo, ya que la familia de la menor desistió de
continuar con su participación en la integración de la carpeta de investigación
respectiva, por generarle pérdida de confianza a la víctima y por lo cuál
decidieron no seguir en el caso en su momento.
No conforme con esto, se informó que el Ministerio Público en
Azcapotzalco incurrió en presuntas irregularidades en el caso de esta joven que
acusó de violación a policías; ya que dejaron pasar cuatro días para que le
aplicaran los exámenes y protocolos para este tipo de casos.
Es preocupante escuchar
realidades tan violentas y respuestas sin ninguna clase de empatía. ¿Carpetas
de investigación para las protestantes? ¿Y para los violadores y feminicidas?
¿Que son exageración las formas de protesta social? Les recuerdo, las
exageraciones de ayer son los derechos de hoy. Otro punto importante es estar
en contra de la criminalización a la protesta social. No olvidemos la ya
conocida “Ley garrote”, en
donde se establecían sanciones relacionadas con el ejercicio del derecho de
libertad de expresión y a la protesta social. La Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN), por su parte, invalidó diversos artículos del Código Penal
para el estado de Tabasco, reformado y adicionado mediante Decreto 115,
publicado el 31 de julio de 2019 por este tema.
A lo largo de la historia se nos ha llamado “provocadoras” y un
sinfín de adjetivos más. Se nos juzga porque nos vestimos como queremos, porque
andamos solas de noche, por confiar, por ingerir bebidas alcohólicas, por amar.
Un día tomé todas las palabras que utilizaban para desprestigiar a
las demás y las hice mías en otras perspectivas para sacudir el estigma. La
palabra toma fuerza en el contexto y si el de muchos es un contexto de ejercer
violencia, el mío no lo es. Si nos dicen provocadoras, lo somos. Nosotras estamos
provocando cambios significativos: en la sociedad, en la vida diaria, en las
leyes. Mencionando como ejemplo la Ley Olimpia (tipificada en varios estados de
la República Mexicana, entre ellos Veracruz), la Ley Ingrid, el registro de
abusadores sexuales, la no criminalización a mujeres que deciden abortar, entre
muchas otras cosas. Somos las provocadoras que harán justicia por todas
nuestras mujeres. Somos las provocadoras que alzaran la voz, sin miedo.
Culmino citando a Sonia Tessa, periodista distinguida de Rosario,
Argentina: “La historia no avanza pidiendo permiso”.
Contacto:
badillovirues@gmail.com