LA HISTORIA OFICIAL…
Después de cenar y hacer sus oraciones, el joven matehualense de 27 años, José de León Toral, levantó su cobija y en medio de dos sábanas limpias, se dispuso a dormir. La misión que tenía que cumplir al día siguiente, no le quitaba el sueño; estaba completamente convencido de su decisión. Muy temprano, con sus aperos de dibujo bajo el brazo, salió de su casa. Traía consigo una pistola Eibar-Star, calibre del .32, que el día anterior, un amigo le había prestado.
Como ave sin rumbo, paseó por varios parques de la inmensa capital. Abordó un taxi y le ordenó al chofer que lo llevara a San Ángel, descendiendo exactamente, una cuadra antes del restaurant “La Bombilla”
Ese martes 17 de julio de 1928, la agenda del presidente electo Álvaro Obregón, estaba llena de actividades. Una de ellas, era acudir a una comida que le ofrecían precisamente en el restaurante “La Bombilla”. El Cadillac negro último modelo, a la una de la tarde se estacionó frente al inmueble y de ahí descendió “el último caudillo”.
El destino juntó a ambos personajes. Obregón, después de darse su baño de pueblo, ceñido de militares vestidos de civiles, se sentó a la mesa. Mientras que las viandas recién sazonadas, lo deleitaban, en uno de sus costados, un boceto de su rostro, era mostrado por el caricaturista Toral; éste al mismo tiempo, accionó su arma, y asestó al general seis balazos por la espalda, que le causaron la muerte. En escasos segundos, Jose de León, tapándose los ojos con sus manos, esperaba su martirio; cosa que no sucedió, a pesar de que se escucharon muchas más detonaciones.
La autopsia de don Álvaro, reveló que tenía 20 perforaciones de bala de distintos calibres. El único culpable fue José de León Toral y la sentencia fue su fusilamiento. Estos hechos, completamente inconcebibles y asombrosos, han pasado, y seguirán pasando, para los registros de LA HISTORIA OFICIAL.
Amigos, lo dijo el mismísimo manco Obregón: “Aquí todos somos un poco ladrones. Pero yo no tengo más que una mano, mientras mis adversarios tienen dos”. Pasen buen fin de semana y por ahí del lunes nos estaremos saludando.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz
El DJ les manda “La culebra”… jajaja, perdón, “el limoncito”