La Iniciativa Dunyaska
La Iniciativa Dunyaska
Por Salvador Muñoz
Imagine a Lorenzo Córdova al costado
de una tómbola. En ella, hay 32 bolas de un solo color. Inicia el movimiento de
la manija… en cuanto considera que están bien revueltas las esferas, para, y
una de esas bolas se desliza a la salida. La recoge un gritón, tipo de Lotería
Nacional, la abre y anuncia a voz en cuello: ¡Mujer! ¡Mujer! ¡Mujer! Por orden
alfabético, aparece Aguascalientes, lo que indica que todos los partidos
políticos tendrán que seleccionar entre sus militantes a una dama para
contender por la Gubernatura… la tómbola se sigue moviendo para concluir con 16
candidatos en mismo número de estados, y 16 candidatas en la misma proporción
de estados, bajo la idea de que la paridad democrática se vea reflejada de a
deveras en nuestro país.
¿Les parece una jalada? Si me
responde que sí, nada más comento que esta “jalada” ya se lleva a cabo en la
distribución de nuestro Congreso local… tenemos 25 mujeres así como 25 varones
en las 50 curules. Y las “jaladas” continúan: De las 500 curules que hay en la
Cámara de Diputados, hay 241 mujeres (48%). Mientras, en la Cámara Alta, en los
128 escaños, tenemos 63 Senadoras (49%). La ligera diferencia la hacen las
listas de los pluris, detallito que se debe afinar para llegar al fifty/fifty,
al iguanas/iguanas, al micha/micha…
En pocas palabras, con sus ligeritos
bemoles, podemos hablar de que la paridad es una realidad en el poder
Legislativo… se ha trabajado y concretado en un alto grado este propósito.
Habría que ver en qué condiciones están los otros poderes, el Judicial y el
Ejecutivo en función de los Estados…
El primer párrafo, el de la tómbola,
el de partir los estados para que compitan en 16, sólo candidatas y en el
resto, sólo candidatos, se comenta por una iniciativa de la diputada federal
Mariana Dunyaska García Rojas, que el pasado 23 de septiembre fue turnada a
comisiones. La idea básica de esta veracruzana es que al final del proceso
electoral, la mitad de alcaldes y gobernadores en el país, sean mujeres. En
otras palabras: Paridad.
Para entenderlo mejor, baste recordar
que sólo 2 de los 32 estados, son gobernados por mujeres. Por otro lado, en los
más de dos mil 582 municipios que hay en el país, sólo en 539, hay presidentas
municipales.
Si bien, a estas alturas, de los 212
municipios que hay en Veracruz, en una cuarta parte de éstos mandan las
mujeres, el dato histórico es más frío: sólo el 5% de los ayuntamientos ha
tenido una mujer al frente, tan así, que traer a la memoria una buena
alcaldesa, nos obliga a remitirnos a la historia inmediata con Leticia López
Landero (Córdoba), Viridiana Bretón Feito (Ixhuatlán del Café) y ya no recuerdo
otra… bueno, justo es citar a Carolina Gudiño Corro, por ser la primera mujer
en encabezar al ayuntamiento de Veracruz… dato histórico… los porteños podrán
decir mejor si fue buena o mala presidenta.
La propuesta de Mariana Dunyaska,
además de la intención por la paridad, tiene un mensaje subliminal para todos
los partidos: obligarlos a forjar liderazgos en pos de cargos públicos, a la
par, de hombres y mujeres, y no sólo trabajar en pos de uno, que por lo regular
es varón.
Ya se hace en el Congreso, y ya vimos
que no dolió… la paridad es posible… ahora, curiosamente, está en manos de
quienes dieron apertura a la paridad en su casa, para llevarla a otras
instancias (gubernatura y alcaldías)…
El encargado de la distribución, de manera aleatoria, sería el Instituto
Nacional Electoral… se puso el ejemplo de la tómbola, instrumento favorito de
la mayoría en el poder…
En lo particular, sí me gustaría
llegar a ver en un momento dado, oír a un chamaco gritón en el turno para
Veracruz, que a voz de cuello expresara: ¡Mujer! ¡mujer! ¡mujer! A ojo de buen
cubero, por el PRI me viene a la mente Anilú; por el PRD, por qué no Kristel
Hernández; por Morena, ya tenemos a Rocío Nahle; por Movimiento Ciudadano,
Ivonne Trujillo; por Unidad Ciudadana, Cinthya Lobato; y por el PAN, pues todo
indica que la autora de esta iniciativa: Mariana Dunyaska, porque ni modo que
la haga de a gratis… ¿o no?