LA JAULA DE ORO
LA JAULA DE ORO
Por: Rafael Rojas Colorado
“La jaula de oro” es una película en la que se
aprecia el arte cinematográfico. La cinta muestra, a través de la pantalla
grande, el rostro del dolor, el sufrimiento y las desesperanzas de aquellos
migrantes centroamericanos, quienes, obligados por la necesidad, se atreven a
abandonar su hogar, cruzando lastimosamente el suelo azteca; sólo los mantiene
vivos el sueño de llegar con bien a suelo norteamericano, esa tierra que
promete calmar la irresistible sed de sus necesidades básicas, que les lacera
el alma.
El documental recrea un paisaje que en otras
circunstancias simplemente sería risueño y abstraería gratas sensaciones. Pero
retrata y tiñe de gris la historia de tres adolescentes que emprenden una cruda
aventura, que los va conduciendo por oscuros caminos y crueles experiencias no
imaginadas. Se les ve en el tren cruzando con penurias la selva, sierras,
pueblos y desiertos, trasluciendo su triste realidad. Son objeto de todo tipo
de abusos, esta es la verdad de los migrantes que van tras de un rayo de luz
que les señale nuevos horizontes, a donde ellos creen que aún existe la vida,
pero esa perseverancia tiene un costo sumamente elevado, incluso prematuramente
se les presenta la muerte.
El rodaje matiza los colores del paisaje, denotando
los abruptos caminos. Rieles y vías abstraen el melancólico ruido de la máquina
ferroviaria, mezclándose con el silencioso lamento de los infelices y de su
impotencia que les niega la respuesta del porqué de su situación, que los
obliga a separarse del seno familiar. Alejándose miles de kilómetros y
convirtiéndose en víctimas de la maldad del propio ser humano, que es incapaz
de amarse a sí mismo, mostrándose indiferente del dolor de sus hermanos.
La vida para el migrante se transforma en una
alegoría del mismo infierno, donde las llamas poco a poco lo van consumiendo,
impidiéndole el anhelado regreso al hogar. El migrante se muere en el camino o
se pierde en la distancia.
El documental es un punto de reflexión, es decir,
conduce a revalorar el elevado significado de contar con un empleo o cualquier
otra actividad lícita. Por humilde que sea es valiosa, porque proporciona
cierto bienestar familiar, y se debe de cuidar amorosamente actuando con la
responsabilidad que nos confiere, incluso, si es necesario, dar un valor
agregado; y si existe duda al respecto, basta con hacer empatía con cualquier migrante.
La película es humana y real estando perfectamente
inspirada en el clamor del migrante, en ese espacio teñido de gris en el que se
mueve y que lamentablemente le corresponde vivir con su dolor a cuestas
ignorado por los demás.
Lo que el espectador vislumbra en la película es un
mínimo porcentaje del verdadero infierno en que se van consumiendo las
esperanzas que los motivó a abandonar su tierra natal. Sólo Dios sabe si
encontraran su jaula de oro.
NOTA. Mi colaboración anterior, titulada “EL PIOJITO
EN LA ESTRELLA DE ORO”, llegó al lector sin coherencia en su estructura, debido
a que, al enviar el texto, debió generarse un error que causó la
desconfiguración del mismo. Mil disculpas.
Publicado originalmente el 16
de junio de 2014