LA LECTURA CRÍTICA
LA LECTURA CRÍTICA
Existe un sueño, o también un anhelo
y porque no una meta a alcanzar, entre quienes se dedican al oficio de
escribir. No importa si son simples reseñistas que laboran en diarios
informativos, o quienes se dedican a publicar ensayos en revistas culturales, o
escritores que se atreven a publicar sus libros. Todos ellos pretenden algún
día lograr o ser considerados excelentes escritores críticos, sólo que para
lograrlo se requiere de todo un largo proceso personal de dedicación, esfuerzo
y perseverancia que se inicia con aprender a ser un buen y permanente lector
crítico.
En casi todas las
universidades que se dedican al estudio de la literatura, las artes, la
educación, la filosofía, y el periodismo, existen talleres que inician al
alumno en los pasos fundamentales de la lectura crítica; aunque también
encontramos cursos especializados en las áreas profesionales dedicadas a las
ciencias exactas y otras, pues en algún momento el estudiante se verá en la
necesidad de elaborar ponencias para seminarios, coloquios y exposiciones. En
esta ocasión expondré de manera sencilla algunas de las recomendaciones más
importantes de la lectura crítica.
Debemos iniciar por saber qué
es este tipo de lectura. Se dice que es un proceso complejo de lectura que
lleva implícito la capacidad (por parte de quien lo leyó) de interpretar y
realizar juicios sobre la información que contiene uno o varios textos del
mismo tema. Esto no es nada sencillo, se requiere leer varias veces y de forma
completa el o los textos y no sólo la introducción o el prefacio que ofrece el
autor. Son tres pasos: una primera lectura de exploración, una segunda lectura
de comprensión y una lectura final para verificar la comprensión del o los
contenidos. Si se trata de textos en idioma distinto al nuestro, se requiere de
un trabajo más cuidadoso.
No hay un método, técnica o
receta eficaz para leer de manera crítica un texto, pero si indicaciones
precisas: “1. Interpretar la intención o propósito del autor. 2. Verificar la
originalidad del contenido. 3. Contextualizar la información del texto con el
área en relación, data y demás contenidos acerca del mismo tema. 4. Verificar
la veracidad de la información y las fuentes consultadas. 5. Analizar los
argumentos empleados y la interpretación por parte del autor. 6. Establecer
relaciones lógicas entre contenido del texto y los conocimientos del lector. 7.
Determinar los aciertos y desaciertos del contenido, y 7. Incluir nuestros
criterios personales que se tienen acerca del contenido leído”.
Todo lo anterior sólo puede
hacerse realidad si el lector que desea ser crítico, conoce y maneja los
métodos de la razón lógica. Lo principales son: el análisis, la síntesis,
inducción, deducción, generalización y en algunos casos la experimentación no
conductista. Todo esto permitirá al principiante lector ir moldeando su
inteligencia para trabajar en algún tipo de mente o pensamiento inteligente,
como puede ser el convergente (elección de una alternativa), divergente
(generación de alternativas), o el creativo (donde se produce la innovación). De
allí que: “Solo una mente educada puede entender un pensamiento diferente al
suyo sin necesidad de aceptarlo”.
Lo importante es que de esta
lectura crítica surgirán en el futuro nuevos lectores críticos con una mejor
habilidad de analizar, interpretar y reflexionar, tanto la información que se
presenta a simple vista en un texto, como descubrir todo aquello que se
encuentra entre líneas, que es donde casi siempre se encuentra lo medular. Con
este pensamiento crítico logrado se generarán nuevos juicios de valor con base
a sus conocimientos y su experiencia, contribuyendo así a mejorar el avance
científico, sus teorías y principios.