LA LUZ DEL ESPÍRITU
Rafael Rojas Colorado
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(Los faroles)
El nostálgico barrio de la quinta calle de Zamora, ahora, transformado por el modernismo, acuna en sus entrañas a la escuela “Cali” cuyo nombre significa “casa”. Allí converge un grupo de niños recibiendo la educación y la enseñanza del conocimiento por parte del plantel de maestros.
Dentro del ciclo de actividades, en el mes de noviembre, realizan la marcha de los faroles, se lleva a cabo cuando se aproxima el solsticio de invierno; los días son más cortos y las noches mucho más largas, expresando de manera metafórica, cuando la luminosidad del día fenece, la luz del espíritu es la que prevalece e ilumina el exterior, es decir, la que armoniza el calor humano.
EL 11 de noviembre de 2016 los pequeños alumnos vestidos de blanco y acompañados de sus maestros y familiares, fueron de casa en casa repartiendo pan a los vecinos del barrio, llevaban en la mano un farol que anuncia una fecha de regocijo y la luz que ilumina el interior del hombre, compartiendo con los demás, la bondad, el amor y la fraternidad que enriquece la hermandad entre los seres humanos. Departir el pan es la mejor forma de convidar el alimento al hermano necesitado, en alusión a san Martín Caballero, quien ejemplificó con la bondad al cortar su capa en una noble acción para mitigar la carencia del que la sufre.
Los infantes durante la procesión, jamás dejaron de entonar con la flauta el tema “Farolito”. La música y el canto es otra manera de exaltar la luz interior del hombre y reafirmar la fraternidad entre maestros, padres de familia, alumnos y la sociedad en general. El sensible ritual peregrinó por las calles de la quinta y sexta de Zamora, cuando las densas nubes desaparecieron la luna asomó su faz para unir su luz a esa atmósfera crepuscular que espiritualizaba el emotivo momento de la marcha de los faroles. Este es un acto litúrgico que se une a los rituales milenarios en los que el hombre busca vincular el espíritu humano con lo sagrado.
El profesor Arturo García Meza en unión con sus compañeros (a) son los organizadores de estas sensibles actividades y de todo el programa educativo en el que, como primer lineamento, está el aprovechamiento de los alumnos. Algunas asignaturas que aquí se imparten: movimiento (brincar, saltar la cuerda, juego libre) para armonizar el equilibrio físico, con las artes plásticas, música, pintura y ciencia que son las materias que embellecen el espíritu humano, logrando que el alumnado conciba con mayor amplitud el mundo al que pertenece.
15 maestros legan sus conocimientos a 90 discípulos, que día a día se forjan en el camino de la sabiduría, conscientes de que el colegio “Cali” es su hogar intelectual.