La mediocridad de la Liga

Siendo reconocido que las cosas han de transformarse, todavía hay quienes se aferran a ellas.
Buda
Que noble es la Liga en México con los equipos. Chivas, Cruz Azul y Pumas atraviesan severas crisis y aun así, la calificación a la liguilla no está en riesgo. Sí, arranques de torneo para el olvido, contrataciones fallidas y hasta cambios de entrenador  son parte de nuestro flamante futbol. Es más, una vez calificados a las finales, con un torneo mediocre y una cosecha muy pobre de puntos, en un descuido pueden hasta llegar a ser campeones. Ver para creer.
En el caso de Guadalajara, tenemos un dueño que cambia de proyecto cada vez que se le antoja, la continuidad le moleta y cree tener siempre la razón. Grandes cantidades de dinero se han desembolsado en jugadores, visores, entrenadores, etc., y el resultado siempre ha sido el mismo. A Chivas le urge la autocrítica, debido a que nadie puede contradecir las decisiones precipitadas y sin reflexión de Jorge Vergara. Ahora bien, se pensaba que con la llegada de Rafa Puente a la directiva se esperaba un cambio de rumbo, sin embargo, todas las críticas que alguna vez emitió al rebaño y dueño, cuando aún era comentarista deportivo, se le han olvidado ya. Por otro lado, lo único que venía funcionado en Chivas era su trabajo en fuerzas básicas, siendo la principal base de jugadores a las selecciones con límite de edad y nutriendo con canteranos al primer equipo. Pero se decidió tirar por la borda todo ese proceso y darle las gracias a José Luis Real para traer a un español que no tiene idea de las particularidades del futbolista mexicano.
Son ya 17 años que el Cruz Azul no logra ser campeón, es mucho tiempo para un equipo que se dice se de los “grandes” en nuestro futbol. Y por si esto no fuera suficiente está entrando a una zona peligrosa, ya que, si el próximo partido no saca un buen resultado empezaran a prenderse los focos rojos. Asimismo, las contrataciones para esta temporada no eran las que necesitaba el club, pero esto no nos sorprende, ya sabemos que un promotor es el que manda en la Noria.
En los últimos días, los Pumas contrataron a Guillermo Vázquez y Antonio Sancho para sustituir a José Luis y Mario Trejo, respectivamente. Es cierto, que al equipo universitario le urgía un cambio tanto a nivel directivo como de entrenador, y ahora se apuesta por un viejo conocido que llevó a la Universidad a su último campeonato. Sin embargo, al ser presentados ante los medios lo mínimo que se esperaría es que dijeran cómo piensan resolver los grandes problemas que enfrenta la institución. Pero esto no paso, lo único que se mostró fue improvisación, veamos las grandes declaraciones de Vázquez: “Es la primera vez que me toca entrar en esta situación sobre la marcha de un torneo, pero se presentó así y lo voy a tener que hacer a mi forma de ver, ojalá resulte” (sic). De igual forma, el nuevo vicepresidente deportivo no se quiso quedar atrás y declaró que va a recuperar la “esencia” y la “mística” del club. ¡Válgame Dios! Eso fue todo, ningún  plan a seguir, ni en que consiste el nuevo proyecto o que van a hacer en fuerzas básicas, nada. Parecería que la improvisación va a ser la regla y que van a ir tapando los hoyos en el camino. Una aspirina para él Cáncer. Lástima.
El sistema de juego de la Liga propicia la mediocridad y la falta de espectáculo, por lo que necesita una restructuración. No es posible que únicamente en la liguilla se den grandes partidos, mientras que a lo largo de diecisiete fechas impere la mediocridad y el desgano. No nos sorprende que vaya el Club León, bicampeón del futbol mexicano, al Camp Nou y el Barcelona le meta seis goles a medio gas. Sabemos que el diseño actual genera grandes ganancias, principalmente para las televisoras en las finales y un cambio reduciría sus beneficios, por lo que se ve imposible cualquier modificación en la organización del torneo.
Algo Más. Gran partido de Morelia en el Azteca, con un equipo repleto de jóvenes le complicó al América hasta el último minuto. Esperemos que continúe Comizzo al frente y le den tiempo a los chavos. Veremos.
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