Ars Scribendi

La Nostalgia De Una Carrera

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Por Rafael Rojas 

 

   El tiempo en su prisa por alcanzar al futuro, intenta esconder los momentos maravillosos en el pasado, pero la seda de la nostalgia y la evocación siempre los mantiene en el presente en cada latido del corazón.

            Hace unas cuantas semanas todo se tornaba en alegría, entusiasmo, ilusión y la felicidad rozaba todos los estados de ánimo, no era para menos, se trataba de la organización de la Carrera Coatepec “Pueblo Mágico”. Todos los deportistas pensabamos en participar y disfrutar a plenitud de esta fiesta deportiva. De muchas direcciones el viento acercaba a los atletas para que estuvieran presentes en la mencionada competencia.

            Por todos los medios de comunicación se anunciaba la carrera, se trasmitían conferencias por TV, redes sociales y medios impresos, se opinaba y se daban sugerencias, se felicitaba al Grupo Caye.4 y a sus patrocinadores, lo mismo a sus invitados. Todo este camino se surcaba promocionando el evento competitivo, la aventura que involucraba a infinidad de personas parecía un cuento de las mil y una noche en pleno tercer milenio. El cuatro de agosto todos soñabamos con llegar en óptimas condiciones, liberar las emociones reprimidas y poner a prueba la condición física y la fuerza mental.

            La organización fue tan sutil que despertó el deseo de muchas personas a participar con lo que se tiene, por ejemplo, en la Casa del Arpa se fueron inspirando unos versos, los anudó la sensibilidad, el sentimiento de pertenencia a la tierra amada, y, por supuesto, el talento musical del maestro Raúl Monge, la voz del jovencito Santiago Monge Argüelles bajo el influjo del Ensamble y Diapasón los dieron a conocer; ahora la carrera cuenta con un himno que fluye del arpa y del corazón expresando la entidad del pueblo y la pasión por salir a correr.

            Por vez primera un grupo de personas a quienes llamaron retadores les tendieron una oportunidad, con anticipación al evento los prepararon físicamente, los motivaron y los llevaron de la mano hasta el día de la competencia, sin duda alguna, fue una acción elevada el mostrarles un cambio de estilo en sus vidas.

            Formaron parte de esta aventura deportistas como: Marisa Loar, Anahí León, Saby Luna Aburto y entre otros más, Carlos Arturo Castro. El aroma del café y su sustancia en el conocimiento y experiencia de baristas y catadores que nos mostraron el arte de preparar café.

            El día de la entrega de paquetes fue como viajar al pasado, recorrimos los pasillos del beneficio La Mata, el observar la maquinaria para el proceso del café nos sitúo en esa época de producción que alcanzó sus albores a mediados del siglo XX. Mientras a los deportistas se les notaba la alegría, la curiosidad y el nerviosismo, ya todo era cuestión de horas. La carrera registró a 900 competidores en su edición número nueve, fue el clímax de meses de trabajo, las emociones y la incertidumbre por fin se liberaban, el grupo Caye-4 suspiraba más relajado, la misión estaba cumplida.

            Al día siguiente Coatepec volvía a la normalidad, las calles las recorrían las unidades móviles, ya todo era historia. Las horas siguen transcurriendo a toda prisa, pero estas vivencias se perpetuarán en el alma de aquellos que protagonizamos esta maravillosa aventura llamada Carrera Coatepec “Pueblo Mágico”. Dios mediante nos vemos en el 2020.

           

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