LA PALABRA DE DIOS ES JUSTICIA Y LA PAZ
LA PALABRA DE DIOS ES JUSTICIA Y LA PAZ
La
Palabra de Dios tiene una voz, un rostro, una casa, pero también tiene sus propios caminos para llegar al hombre en todas sus circunstancias, para confirmarle y
recordarle su vocación divina. Al respecto, el gran profeta Isaías afirma que de: “Sión saldrá la Ley y de
Jerusalén la palabra del Señor” (Is 2,3). La
Palabra de Dios “sale” de su casa, con su voz y su rostro, y se dirige a los caminos del mundo para encontrar la gran
peregrinación que las naciones del mundo
han emprendido en la búsqueda de la verdad, de la justicia y de la paz. Esta búsqueda, en nuestro estado veracruzano, se hace cada vez más necesaria debido a toda la pobreza, desigualdad y falta de empleos que hasta el día de hoy demandan los veracruzanos.
La Palabra de Dios sale primero al encuentro del hombre y éste debe responder al don divino con la apertura y
aceptación de su vocación transcendente. La persona
en su apertura a Dios encuentra el verdadero sentido de su caminar en la historia junto con sus otros hermanos
y descubre la meta última de este camino.
Con la anulación y negación de la vocación transcendente del interior de la persona, no podrá haber un verdadero
progreso social y económico en nuestra sociedad.
Existen,
a pesar de todo, en nuestras ciudades y pueblos veracruzanos, en sus parques, y en sus calles, donde parecen
reinar el desaliento y la indiferencia hacia
los demás, donde el mal de la inseguridad parece vencer siempre al bien, un deseo escondido de eternidad, una
esperanza germinal y un anhelo vivo de justica
y legalidad, que son la base para todo el auténtico desarrollo de la persona y de la sociedad. Reavivemos y reafirmemos nuestra vocación a la vida divina mediante un compromiso responsable
que se vea en una mejora social y económica en favor
de todos y para todos.
Pbro. Juan Beristain de los Santos Director
Oficina Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa