La Percepción de la Corrupción en México no mejora
Transparencia
Mexicana dio a conocer que el país sigue siendo el peor evaluado de los 38 que
integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
Transparencia
Internacional presentó la edición 2021 del Índice de Percepción de la
Corrupción en donde México mantuvo una calificación de 31 puntos.
Con esa
calificación que se mide en una escala de cero a 100, donde 100 sería la mejor
calificación posible, México se ubica en la posición 124 de los 180 países
evaluados por Transparencia Internacional.
Así,
México sigue siendo el país peor evaluado de los 38 países que integran la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE; en el G20,
México ocupa la posición 18 de 19 países evaluados.
Este
instrumento registra la opinión de especialistas, analistas de riesgo
financiero, mujeres y hombres de la academia y los negocios sobre la situación
que guarda la corrupción en cada una de las 180 naciones evaluadas.
México
comparte la misma calificación (31 puntos) que Gabón, Níger y Papúa Nueva
Guinea. Los países mejor evaluados en el IPC 2021 son Dinamarca, Finlandia y
Nueva Zelanda (con 88 puntos de 100 posibles), seguidos de Noruega, Singapur y
Suecia (con 85 puntos). Los países peor evaluados fueron Siria y Somalia con 13
puntos, mientras que Sudán del Sur, obtuvo solo 11 puntos.
El control de la corrupción ha sido una prioridad
de la sociedad mexicana en los últimos años y uno de los factores que definió
la elección federal en 2018.
La lucha contra la corrupción ha sido el eje principal de la administración
federal 2018-2024 que en esta agenda cuenta con un amplio apoyo social para
avanzar.
Sin embargo, los casos definidos como emblemáticos —Estafa maestra, Odebrecht,
Agronitrogenados, Ex-presidentes, entre otros—, no han sido aún sancionados en
materia penal. Tampoco hay una recuperación de los activos desviados por estos
y otros casos de gran corrupción y la reparación del daño a las víctimas, es
prácticamente inexistente.
Hay una
creciente preocupación por el uso político-electoral en las fiscalías
mexicanas, que pese a gozar en muchos casos de autonomía formal, no son vistas
como órganos independientes al gobierno. Su actuación presenta sesgos
favorables o negativos dependiendo del grupo político al que se investiga.
Recomendaciones para México
La gran
corrupción debe pasar de las investigaciones a las sanciones efectivas. Los
integrantes de las redes deben ser sancionados y los activos desviados deben
reintegrarse al patrimonio nacional.
El
Sistema Nacional Anticorrupción es la suma de sus partes. Las instituciones y
organismos que forman parte del Sistema Nacional Anticorrupción deben ser
evaluados en términos de su desempeño individual, con un enfoque de resultados
y no solo de procesos. Es central mantener la intervención de la Unidad de
Inteligencia Financiera (UIF) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT)
en materia anticorrupción.
Uno de
los eslabones más débiles de la política anticorrupción en México, y no solo en
el gobierno federal, es la recuperación de activos. Es momento de cumplir la
promesa gubernamental de “devolverle al pueblo lo robado”.
El
gobierno de México tiene que aprovechar el amplio apoyo social en esta materia
para enfrentar a las redes de corrupción que se mantienen vivas, operantes, y
en muchos casos vinculadas a redes criminales.