LA PRIMA VERIS
Este cuento se originó hace algunos milenios en la antigua Grecia y el autor, un pensador de aquel tiempo, al no tener gran cosa qué hacer en esa semana, pues ningún discípulo lo entrevistaba, decidió echarse unas pócimas para empezar a fantasear. Siguiendo el calendario que lo regía, esto sucedió en el mes de marzo y por eso el título del relato es PRIMA VERIS, traducido como EL PRIMER VERANO, y a nosotros, nuestra profesora de cuarto año, nos lo expuso como LA PRIMAVERA.
Entusiasmada, la maestra platicó que, todo esto aconteció en el monte del Olimpo y que el personaje central era una niña llamada Perséfone, consecuencia de un desliz de su madre Demeter, diosa de la agricultura, cuyos vecinos los romanos le apodaban Prosperina, tuvo con el prolífico dios Zeus, el padre de la humanidad. El reparto lo forma el pérfido Hades, dios del inframundo, hermano de Zeus y por consiguiente tío de Perséfone. En escena también aparece Hermes, otro de los hijos de Zeus, medio hermano de Perséfone y mensajero de todos los dioses, es decir, por su papel de lleva y trae se distinguía como un chismosillo.
Un día muy calmado, la bella Perséfone se le ocurrió ir a recoger flores para adornar su casa, cuando de repente de una hendidura de la tierra, emergió el tío Hades, lamiéndose los bigotes y de plano que la rapta. Doña Demeter o Prosperina, que, finalmente era la misma, al ver que ya era de noche, las luciérnagas se encendían y su hija no regresaba, que se va a ver al tío Hades y cuál sería su sorpresa que, este caón incestuoso, ahí tenía a la sobrina toda somnolienta por un brebaje que le había suministrado, significando que la bella niña, quedaba encadenada y la unión tio-sobrina, era indestructible.
La agraria madre, angustiada, inició una campaña para que le devolvieran a su hija y por esa distracción dejó abandonada la tierra y ésta quedó completamente estéril. Entra en acción el padre Zeus ordenando al mensajero cizañero Hermes a hacer las negociaciones con el malvado de Hades, que luego, luego aceptó las condiciones del trato, quedando de común acuerdo que, su adorada Perséfone, pase medio año en la tierra con su familia y el otro medio año atendiendo el quehacer y cumpliendo sus obligaciones en su álgida residencia.
Ahí, en el mito, explicaba y con eso remataba el cuento la profe, surge el ciclo estacional. Cuando la niña pasa su temporada con el marido, las flores se entristecen y mueren, o sea, en el invierno, pero cuando le toca visitar a los progenitores Zeus y Demeter, las flores renacen por la alegría, ya que la primaveral Perséfone anda requetecontenta por sus vacaciones.
Amigos, aunque hace frío y llueve, la Primavera está queriendo entrar en acción. Recordemos a don Pablo Neruda cuando recitaba: “Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos”… ¡no totol…! Feliz fin de semana y ya platicaremos la llegada de la primavera en la finca el Trianón, festejada a invitación del amigo Manolo Fernández, al cual, desde aquí le mandamos nuestro agradecimiento.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz
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