La reforma educativa vista por los empresarios ( II )
René Sánchez García
Continuando con el punto de vista de los empresarios mexicanos con respeto a la mal llamada reforma educativa y que exponen en la revista mensual de lujo ALTO NIVEL, toca ahora hablar nuevamente de Claudia Cerezo en su artículo: “Nuevo modelo educativo, nuestro reto: hacerlo realidad” (p. 45) quien afirma que dicho proyecto es “muy atractivo y una promesa para el futuro, sólo que se requerirá un gran esfuerzo por parte de toda la sociedad, pues es casi imposible que el gobierno pueda solo”. Dice que la SEP debe resolver el problema de la formación de los maestros,” para que (estos) sean capaces de enseñar las competencias que demanda la economía del conocimiento”. Y a la economía a la que se refiere es nada más ni nada menos lo que quieren y comparten el Consejo Coordinador Empresarial, la organización Mexicanos Primero, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y otros. O sea, los mexicanos de a pie, que somos la inmensa mayoría, ni en cuenta para ser tomados en cuenta.
Menciona que las anteriores reformas educativas en México cumplieron su objetivo en su tiempo, pero ahora, “los especialistas recomiendan enseñar menos conocimientos, pero más sólidos; estrategias que faciliten el aprendizaje a lo largo de la vida, tal y como lo han emprendido países asiáticas y nórdicas desde hace 40 años y ahora son potencias económicas”. Por ello, la nueva reforma educativa en México busca desde la educación básica preparar talentos para campos de valor como lo son la industria farmacéutica, la investigación biomédica, la producción de alimentos, la sustentabilidad y las TIC. Por ello afirma Cerezo: “El nuevo modelo encaja perfectamente con las demandas de los empresarios”, o sea: nuevas generaciones de alumnos con talento creativo e innovador, que sepan tomar decisiones y trabajar en equipo, que hablen inglés y tengan habilidades tecnológicas. Claro que se le olvidó mencionar que los niños mexicanos casi en su totalidad están mal alimentados, con problemas de salud, dentro de planteles educativos faltantes de todo tipo de apoyos de todo tipo. Y es respetable su visión, pues dentro de esos institutos tecnológicos privados donde estudiaron no vieron jóvenes pobres.
Y la empresaria Cerezo se vota su último artículo de opinión junto con Francisco Martín Moreno: “El poder de la educación” (p. 58) donde ellos afirman que debe reconocerse la capacidad del sector empresarial para innovar, usar de manera eficiente los recursos humanos, técnicos y financieros, implementar ideas y ejecutar proyectos, por lo cual deben tomárseles en cuenta para apoyar al sistema educativo. O sea, en otras palabras, que el gobierno les dé la oportunidad de invertir en educación, previa privatización de algunos sectores. Por otro lado, el rector de la ITAM menciona: “Efectivamente, los empresarios tienen habilidades organizativas y recursos financieros que bien podrían apoyar diversas causas sociales, entre ellas la educación” Pero igual el rector se dice decepcionado de la calidad de la educación básica del país, e insiste en que el poder privado puede contribuir en algo para mejorar la educación básica, pero no podría resolver el problema educativo en general y solo. Y arremete como era de esperarse en contra de las mentes de izquierda y los sindicatos magisteriales y dice: “Los más pobres de este país deberían tener una mejor educación que los hijos de la élite empresarial (ándale, así de claro!), para erradicar la desigualdad y, por el contrario, lo que estamos haciendo es ofrecer una educación muy mediocre que está en manos de sindicatos que no quieren evaluar ni capacitar a sus profesores”.
Y cierra el diálogo: “Creo firmemente en el poder transformador de la educación. Siendo maestro te das cuenta de cómo llega un joven con arete, pelo largo y perdido en el espacio, en un semestre se convierte en otra persona. El poder transformador de la educación es asombroso”. ¡¡Cómo nos haces falta de nuevo Monsiváis, tu bien que sabias callar a estos tipos capitalistas!! (Continuará)
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