LA REFORMA VA
LA REFORMA VA
Por Héctor Guerrero
Por más que quieran matizar,
retrasar, componer y hacer todas las maromas posibles, la reforma
constitucional que hará que la Corte quede en manos del régimen, va.
Los primeros pasos del régimen
van en esa ruta, es el único poder que es independiente de su yugo, pues el
ejecutivo y el legislativo, ya lo tienen y ahora van con todo por el judicial.
Por si quedara alguna duda,
Claudia ya fue a recibir línea en el Palacio Nacional, y quedó claro desde el inicio
quién va a estar detrás de todo, un acto de sumisión por parte de Sheinbaum y
un acto de poder, como le gusta, de AMLO, exhibió su servilismo, se puso de
tapete. Lamentable para ella y para las mujeres que dice representar.
Queda claro que ni cien millones
de votos te hacen más inteligente, menos servil. Solo te ponen ahí para operar
los deseos de otro.
Una vez instruida la Candidata
ganadora, dijo que la reforma Judicial va en septiembre y que va a ser
Parlamento abierto, que va a hacer encuestas gansito, que le va a preguntar al
pueblo y todo el argot de su jefe para navegar con bandera de… ustedes saben.
A quien no puede engañar es a
los mercados que, si bien no vieron con malos ojos su victoria, el discurso de
la reforma al poder judicial puso nervioso a los mercados y no solo eso, sino
que el peso se ha depreciado frente al dólar.
Los capitales, locales y
extranjeros, buscan entornos estables y hasta predecibles para invertir su
capital y la reforma que pretende el régimen pone en duda que exista este
estatus en el país y lo único que van a hacer es ahuyentarla.
La reforma judicial propuesta
por AMLO antes de siquiera debatirse tiene ya efectos negativos significativos
en la confianza y las decisiones de los inversionistas. La percepción de una
menor independencia judicial y el aumento de la inseguridad jurídica ponen en
duda la confianza de la inversión extranjera y nacional y sin duda impacta en
el desarrollo económico del país.
Un sistema judicial
independiente y eficiente es atractivo para inversores nacionales y
extranjeros, ya que proporciona un entorno estable y predecible para hacer
negocios. La seguridad jurídica y la protección de los derechos de propiedad
son esenciales para el desarrollo económico. La corrupción y la falta de independencia
judicial pueden disuadir la inversión y obstaculizar el crecimiento económico.
La reforma busca reducir el
número de ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y
propone que estos sean elegidos mediante voto popular. Además, plantea reducir
el tiempo de servicio de los ministros de 15 a 12 años, entre otras medidas
como la eliminación de las dos salas de la SCJN y la creación de un Tribunal de
Disciplina Judicial.
Esto sin duda atropella la
independencia del Poder Judicial y contraviene estándares internacionales.
Expertos y analistas señalan que la elección de jueces y magistrados mediante
votación popular podría llevar a decisiones judiciales influenciadas por
intereses políticos y económicos, en lugar de ser basadas en méritos y
competencias
Sin mencionar que la reforma
pretende una mayor intervención del Ejecutivo en el Poder Judicial, debilitando
el principio de separación de poderes esencial para una democracia por lo menos
sana.
Todo esto el régimen, uno de
las más opacos y corruptos que ha tenido el país, lo hace con la bandera de
combatir la corrupción y mejorar la eficiencia del sistema judicial, de
quitarle a los jueces lo que considera altos salarios y privilegios excesivos,
como las pensiones vitalicias para los ministros.
La independencia del Poder
Judicial es fundamental en cualquier democracia, y en el caso de México, es
crucial por varias razones.
Primero se compromete la
garantía de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, pues la
independencia judicial asegura que los jueces puedan tomar decisiones basadas
únicamente en la ley y los hechos, sin presiones externas. Esto es esencial
para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de
los ciudadanos. Un Poder Judicial independiente actúa como guardián de la
Constitución y puede anular leyes o acciones del gobierno que violen los
derechos constitucionales.
La reforma liquida el
equilibrio de Poderes y Control de Abusos, pues la doctrina de la separación de
poderes establece que el Poder Judicial debe funcionar como un contrapeso al
Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo. Sin independencia, los jueces no
podrían actuar como árbitros imparciales en conflictos entre los otros poderes
del Estado, lo que podría llevar a abusos de poder y erosión de la democracia .
La confianza Pública en el
Sistema Judicial se merma o de plano se pierda pues la percepción de que el
Poder Judicial es independiente y justo es crucial para mantener la confianza
pública en el sistema legal. Si la ciudadanía cree que los jueces están
influenciados por intereses políticos o económicos, la legitimidad del sistema
judicial se ve comprometida.
La reforma Judicial que
pretende AMLO trunca la imparcialidad y eficiencia en la administración de
justicia, hoy los jueces actúan imparcialmente y de manera eficiente, sin temer
represalias por sus decisiones. Esto es fundamental para asegurar que la
justicia se administre de manera justa y equitativa, protegiendo tanto a las
minorías como a los individuos contra posibles abusos de poder.
La independencia del Poder
Judicial en México es crucial para mantener la democracia, proteger los
derechos humanos, asegurar el equilibrio de poderes, fomentar la confianza
pública y el desarrollo económico, y garantizar la imparcialidad y eficiencia
en la administración de justicia. Las reformas que amenazan esta independencia
podrían tener consecuencias negativas a largo plazo para el Estado de derecho y
la estabilidad democrática del país.
Eso a Morena no le importa,
ellos quieren todo el poder.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero