LA SEV Y SUS SINDICATOS
LA SEV Y SUS SINDICATOS
Uriel Flores Aguayo
Desde hace mucho tiempo me ha
despertado mucha curiosidad la abundancia, y creciendo, de sindicatos en la
Secretaría de Educación de Veracruz. Al parecer andan en un número de cincuenta
y cinco, entre grandes, antiguos, recientes y pequeños. Aumenta mi curiosidad
por la variedad, con mucha imaginación, de las siglas sindicales; es inagotable
la creatividad para darse nombres. Pueden ser muchos los sindicatos como
expresión de la pluralidad de los trabajadores de la educación, como un
relativo agotamiento de las tradicionales organizaciones gremiales o el
activismo de los líderes que forman sindicatos, se alternan en varios o se
perpetúan en casi todos. El secretario anterior incluso formó su propia
agrupación sindical con militancia partidista en una acción arcaica y de abuso
de poder.
Son muchos sindicatos, tal vez
demasiados, con cierta explicación por el tamaño de la Secretaría. Cada
sindicato implica un comité directivo y sus licencias con goce de sueldo, los
comisionados. Podrían ser miles, prácticamente todos con doble plaza. Estamos
hablando de varios millones de pesos del presupuesto que se les paga
quincenalmente para que atiendan exclusivamente a sus agremiados. Es dudoso que
eso se justifique. Son plazas que se distraen de las aulas. Son millones que se
distraen del presupuesto. Parece que la actividad directiva en los sindicatos
ha derivado en privilegios. Eso viene de una larga historia, con ingredientes
políticos, sin importar color del partido en el poder hasta ahora; es una
realidad abrumadora que requiere voluntad política y talento para empezar a
resolverse.
No está clara la estrategia y
la finalidad de la Secretaria Tello, al estar haciendo un intento de poner
orden en la cuestión de los comisionados. Su planteamiento es esencialmente
correcto al decir que los profesores deben estar en las aulas. Habría que
conocer sus modos para saber si tiene posibilidades de salir bien del actual
conflicto. Las resistencias son naturales y lógicas en tanto defienden
privilegios. Es una dura prueba para la Secretaria, que requiere acompañamiento
del Gobierno estatal todo. Si sale bien, habrá hecho un buen servicio a la
educación veracruzana; si cede y retrocede, será una más de las autoridades que
se rinden al chantaje y que permiten los vicios que han degradado al sistema
educativo.
Esa es la disyuntiva: que
sigan los vicios y abusos o que haya orden, decoro y eficacia en la educación
veracruzana.
Los señalamientos de la
Maestra Tello, ponen en evidencia a su antecesor, quien toleró y reprodujo
todas esas anomalías de las que se está hablando ahora. Por el bien de la
educación deben imperar los criterios pedagógicos, contar con un magisterio
bien preparado y no distraer recursos económicos y humanos en grillas y
politiquerías.
Recadito: agua,
agua y agua.