LA TEMPERATURA MÁS ALTA EN LA HISTORIA DE GRAN BRETAÑA
LA TEMPERATURA MÁS ALTA EN LA HISTORIA DE GRAN BRETAÑA
Londres,
Inglaterra 19 julio 2022.- Gran Bretaña superó
este martes su récord para para la temperatura más alta de su historia con un
registro de 40 grados Celsius en el aeropuerto de Heathrow en el oeste de Londres, indicó Met Office, la
agencia meteorológica nacional.
El récord anterior para Gran Bretaña era
de 38.7 C en 2019. Unas horas antes este martes hubo un registro provisional de
39.1 grados Celsius en Charlwood, Inglaterra.
El tiempo inusualmente cálido y seco abrasa al continente desde la semana
pasada, genera incendios desde Portugal hasta los Balcanes y
provoca cientos de muertes relacionadas con el caloir. Las imágenes
de las llamas que avanzan hacia una playa francesa y de los británicos bañados
en sudor, incluso en las playas, han dado una verdadera lección sobre lo que
significa el cambio climático.
Millones de personas en Gran Bretaña se
levantaron esta mañana tras la noche más cálida jamás registrada en la historia
del país. La Oficina Meteorológica británica dijo que las cifras provisionales
mostraban que la temperatura se había mantenido por encima de los 25 grados
Celsius en partes del país por primera vez.
En Gran Bretaña, los trasportes, la salud pública y
las escuelas sufrieron trastornos en un país habituado a temperaturas más
moderadas.
Rachel Ayers, de la Oficina Meteorológica , dijo
que «la temperatura será muy alta durante todo el día, antes de subir
hasta a 40 Celsius, quizá incluso 41 Celsius en puntos aislados de Inglaterra durante
la tarde».
Buena parte de Inglaterra, desde Londres en el sur a Manchester y Leeds en el
norte, está bajo la primera alerta roja del país por calor extremo, lo que
implica que incluso personas sanas corren riesgo de muerte, conforme el tiempo
seco y cálido que ha castigado la Europa continental durante
el resto de la semana se desplaza hacia el norte.
Los termómetros llegaron el lunes a 38.1 grados Celsius en Santon Downham, en el este de Inglaterra, ligeramente por debajo del récord
británico de 38. 7 Celsius de 2019.
Las temperaturas medias de julio en Gran Bretaña oscilan
entre una máxima diaria de 21 C y una mínima de 12 C, y pocas viviendas o
pequeños negocios tienen aire acondicionado.
Mucha gente lidiaba con el calor quedándose en casa. El tráfico en las
carreteras fue menor al habitual para un lunes. Los trenes funcionaban a baja
velocidad por temor a deformaciones en las vías, o no circulaban en absoluto.
La estación londinense de King’s Cross, uno
de los núcleos ferroviarios más transitados del país, estaba vacía el martes,
sin trenes en la bulliciosa línea de la costa este que conecta la capital con
el norte y Escocia. El aeropuerto londinense de Luton tuvo que cerrar la pista
de aterrizaje por daños provocados por el calor.
El Secretario de Transportes, Gran Shapps, dijo
que la infraestructura británica, parte de ella construida en la época
victoriana, «simplemente no se construyó para soportar esta clase de
temperatura, y pasarán muchos años antes de que podamos reemplazar (…) con la
clase de infraestructura que podría».
Se reportaron al menos cinco ahogamientos en ríos, lagos y embalses en Gran Bretaña, donde la gente trataba de
refrescarse.
Ola de calor e incendios en Europa
Expertos climáticos advierten que el calentamiento global ha aumentado la
frecuencia de fenómenos climáticos más extremos, y los estudios muestran que la
probabilidad de que las temperaturas en Gran Bretaña lleguen
a 40 grados Celsius es ahora 10 veces mayor que en la era preindustrial. La
sequía y las olas de calor vinculadas al cambio climático también han hecho más
difícil combatir los incendios.
La ola de calor ha golpeado el sur de Europa desde la semana pasada y provocado
incendios forestales en España, Portugal y Francia. Se han reportado casi 600 muertes
relacionadas con el calor en España y
Portugal, donde se alcanzaron los 47 grados Celsius la semana pasada.
Más de 37 mil personas han sido evacuadas de sus hogares y lugares de
vacaciones en la región de Gironda, en el
suroeste de Francia, desde que comenzaron varios incendios en los secos pinares
de la zona el 12 de julio. El fuego ha consumido 190 kilómetros cuadrados de
bosques y vegetación, según las autoridades regionales.
Un tercer fuego comenzó el lunes por la tarde en la región vinícola de Medoc, al norte de Burdeos, lo
que aumentó la presión sobre los recursos contra incendios. Cinco zonas de
acampada ardieron en la región en la costa Atlántica, en
torno a la cuenca de Arcachon, famosa
por sus ostras y balnearios.
Sin embargo, las previsiones meteorológicas ofrecieron algo de consuelo, ya que
se esperaba que las temperaturas remitieran en la costa Atlántica el martes y había una posibilidad de
lluvias hacia el final del día.