LA UNAM NO PUEDE PERMANECER NEUTRAL ANTE LA ESCALADA DE VIOLENCIA Y AUTORITARISMO: RECTOR LOMELÍ
LA UNAM NO PUEDE PERMANECER NEUTRAL ANTE LA ESCALADA DE VIOLENCIA Y AUTORITARISMO: RECTOR LOMELÍ
· El
rector Leonardo Lomelí Vanegas firmó el acuerdo por el que se crea el Programa
Universitario de Cultura de Paz y Erradicación de las Violencias
· La
conformación de una cultura de paz se dará necesariamente en la educación,
aseguró Mario Delgado Carrillo
· México
no está condenado a la guerra, sino a la paz, dijo Rosa Icela Rodríguez
Velázquez
· La
participación de las mujeres en la construcción y el mantenimiento de la paz es
crucial, indicó Juan Ramón de la Fuente
· La
enseñanza es fundamental para contribuir a una humanidad que anhela la paz como
un bien común, sostuvo Rigoberta Menchú
Ciudad
Universitaria, CDMX, 12 jun io 2025.- Al presentar la estrategia “Cultura de
Paz: un semillero universitario”, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí
Vanegas, afirmó que esta casa de estudios no puede permanecer neutral ante
la creciente escalada de violencia, el resurgimiento de visiones autoritarias,
extremismos religiosos, nacionalismos y xenofobia.
“Nuestra
misión es alimentar el pensamiento crítico, generar alternativas y sembrar
esperanza. La paz debe surgir tanto en las aulas como en los núcleos familiares
y comunitarios, fomentarse en toda práctica cotidiana y manifestarse en la
palabra que dialoga en lugar de confrontar”, aseveró luego de firmar el Acuerdo
por el que se crea el Programa Universitario de Cultura de Paz y Erradicación
de las Violencias.
Acompañado
por el secretario de Educación Pública del Gobierno de México, Mario Delgado
Carrillo; y la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum, Lomelí
Vanegas precisó que hoy la Universidad da un paso firme con esta estrategia que
apuesta a modificar de raíz los marcos de interacción y los procesos mediante
los cuales tomamos decisiones; y promover la cultura de paz, la cual se
entiende como justicia, inclusión, respeto mutuo, sostenibilidad y cooperación.
“La
violencia es un comportamiento aprendido culturalmente, y como tal, puede
desarraigarse. La paz no es su opuesto pasivo, sino parte del mismo proceso: se
elige y se practica con conciencia y compromiso. También exige cambios
culturales de gran calado, voluntad política y el involucramiento activo de las
instituciones públicas y privadas y de la sociedad civil”, apuntó.
El
rector detalló que el Programa Universitario se articula en ejes estratégicos
como la formación y docencia, la investigación aplicada, la incidencia
universitaria, fortaleciendo protocolos e incentivando la mediación comunitaria
ante situaciones de violencia; la promoción de la paz mediante la palabra, el
arte y la cooperación; y la creación de redes con actores nacionales e
internacionales que trabajan en la construcción de una paz duradera.
Las
acciones serán concretas, medibles y de impacto directo: cursos para
estudiantes de nuevo ingreso, un diagnóstico puntual por plantel y una
asignatura transversal sobre Cultura de Paz y Mediación a partir del próximo
año, agregó en el Auditorio de la planta baja de la torre de Rectoría.
También
subrayó que la paz en el futuro depende de lo que hoy seamos capaces de
imaginar, construir y defender colectivamente. La UNAM tiene la fortaleza, las
capacidades y el deber para convertirse en un semillero de paz dentro y fuera
de nuestras fronteras. “Hagamos de ella un espacio donde florezca, aún más, la
justicia, la igualdad, la solidaridad y la pluralidad. Que esta iniciativa
universitaria nos impulse a convertir la paz en una experiencia concreta: no un
horizonte inalcanzable, sino una forma de educar desde el cuidado y de habitar,
en común, un presente digno”.
El
rector manifestó su preocupación por la situación que prevalece en ciudades de
Estados Unidos, en particular en Los Ángeles, California, donde detenciones de
migrantes han provocado protestas. Indicó que es muy importante que las
acciones que llevan las naciones para regular los flujos migratorios sean
respetuosas de los derechos humanos y se apeguen al marco jurídico
internacional y de cada país.
Puntualizó
la solidaridad de la UNAM con las personas migrantes que pasan por momentos
difíciles, reprobó la violencia, venga de donde venga e indicó que la
Universidad Nacional se suma al exhorto de la presidenta de la República en
favor de la paz y en contra de cualquier provocación.
Promover
valores
Al
hacer uso de la palabra, Mario Delgado celebró que la Universidad Nacional
fomente la cultura de paz, la cual se dará necesariamente en la educación. A
partir del proyecto de la Nueva Escuela Mexicana se impulsa el respeto a la
vida, a la dignidad humana, la igualdad, la no violencia, la promoción del
diálogo y la búsqueda de acuerdos pacíficos en el aula, en el entorno escolar y
la comunidad.
Además,
se difunden valores como la tolerancia, el respeto a los demás, la equidad de
género, la no discriminación, el respeto a la diversidad, al medio ambiente y a
las mujeres.
Mediante
un videomensaje, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez,
felicitó a la UNAM por el Programa que brindará a su comunidad los valores
necesarios para abonar a la cultura de la paz y a la correcta mediación de los
conflictos.
“Si
todos aportamos un granito de arena para la transformación de nuestra amada
nación, lograremos un México mejor para nuestros niños, jóvenes y nuestras
próximas generaciones. México no está condenado a la guerra, sino a la paz”,
refirió.
Asimismo,
el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, consideró,
también en un videomensaje, como un gran acierto de la UNAM impulsar en estos
momentos el Programa, pues vivimos una situación crítica a nivel mundial en
donde hay 120 conflictos armados que afectan a más de 300 millones de personas.
El
reto global, acotó, es enorme y la participación de las mujeres en la
construcción y el mantenimiento de la paz es fundamental, porque hay evidencias
contundentes de que ellas son más eficaces para construir y mantener la paz a
lo largo del tiempo.
La
Premio Nobel, Rigoberta Menchú Tum, comentó que la educación es la única
alternativa para construir y garantizar una cultura de paz. Por ello, felicitó
la estrategia de la UNAM para promover esta cultura que incluye a la comunidad
científica y al talento de nuestras juventudes, a fin de que crezcan en un
mundo plural, diverso, pero también desafiante para la dignidad humana.
“En
la trayectoria de la UNAM la educación es fundamental para contribuir a una
humanidad que anhela la paz como un bien común, y sobre todo que enfatiza la
necesidad de crear una perspectiva de liderazgo que tenga la capacidad de
facilitar diálogos, mediaciones y acompañamiento”, destacó.
El
director del Centro Noruego para la Resolución de Conflictos, Dag Nylander,
enfatizó su orgullo de participar de la iniciativa de la Universidad Nacional
que servirá para estrechar lazos entre su país y México en el ámbito de la
resolución pacífica de conflictos, de controversias y la facilitación de
acuerdos de paz.
Se
refirió a la relevancia de la estrategia, en un momento en que el mundo
atraviesa uno de los periodos de mayor conflictividad desde la Guerra Fría, y
en el que es necesario apuntalar el sistema de Naciones Unidas y reforzar el
multilateralismo. “Estamos plenamente comprometidos en apoyar iniciativas que
incrementan las posibilidades de éxito de esfuerzos de resolución de conflictos
y creemos que la colaboración interregional es clave”.
El
coordinador de Proyectos Especiales de la UNAM, Néstor Martínez Cristo, expuso:
“Cultura de paz, un semillero universitario” busca institucionalizar la cultura
de paz y convertirla en un eje transversal en las políticas de desarrollo de
esta casa de estudios.
Aspira
a sembrar la semilla de cultura de paz entre las y los s universitarios más
jóvenes. El desafío es construir ciudadanía crítica y empática. Busca también
redimensionar la titánica labor que todos los días se realiza en la UNAM para
prevenir y atender las diferentes violencias.
En
la presentación, además, estuvieron la presidenta en turno de la Junta Gobierno
de la UNAM, Elena Centeno García; el presidente de la Junta de Patronos, Mario
Luis Fuentes Alcalá; los exrectores de esta casa de estudios, José Sarukhán
Kermez, José Narro Robles y Enrique Graue Wiechers.
Así
como el jefe de la Oficina del secretario de Relaciones Exteriores, Roberto de
León Huerta; y el representante de la UNESCO en México, Andrés Morales; entre
otras personalidades de organizaciones de la sociedad civil, de universidades e
instituciones que trabajan en favor de la cultura de la paz.
FUENTE: UNAM