LA VERDAD ÚNICA
LA VERDAD ÚNICA
Entre Columnas
Martín Quitano Martínez
twitter: @mquim1962
No hay
verdades absolutas; todas las verdades son medias verdades.
El mal surge de quererlas tratar como verdades
absolutas.
Alfred
North Whitehead
Ser gobierno y suponerse
poseedor de la verdad absoluta es una postura de cerrazón, de intolerancia ante
la diversidad. Un ejercicio del poder que se basa en profundizar las
diferencias entre los distintos grupos de la sociedad, no llama a la concordia
ni al encuentro, sino por el contrario, llama a la polarización, cancelando
cualquier oportunidad para abrir un diálogo que reúna a los diferentes en sus
preocupaciones comunes, un diálogo para construir pactos amplios, más allá de
las líneas únicas del poder.
El disenso, común en las
democracias, es mal visto hasta el punto de rechazar cualquier opinión distinta
o crítica, pues es clasificada como complots o maquinaciones en contra, en
lugar de apreciarlas como oportunidades de acercamiento o mejora de las
acciones públicas. Todos deben estar de acuerdo con todo lo que se haga o diga
desde el gobierno.
Prácticamente, todo lo que
ahora se debate entre el gobierno y las oposiciones, conduce a callejones sin
salida. Para este gobierno, la suma cero es la única fórmula de discutir, por
ello es que no hay intercambio de ideas sino agresiones, denostaciones febriles
o burletas ante cualquier opinión diferente. Esos distintos, merecen ser
exhibidos y puestos en los cadalsos, por atreverse a dudar de la verdad, de mi
verdad, que por supuesto es la única que existe.
Las tragedias envuelven
nuestra cotidianeidad mientras el teatro gubernamental dirige los focos de la
atención pública a las corcholatas que ruedan por el país, o a los actos
inaugurales de obras que no se han concluido, o a las persecuciones de opositores
complotados que no aprecian la pureza de los designios del señor, porque
insisten en señalar problemas donde ya se les dijo que toda está bien y el
pueblo es feliz, feliz, feliz. ¿Cómo se atreven a contradecir la verdad evangelizante
con la que hay que persignarse todas las mañanas?
Mirar lo que sucede y debatir
la cosa pública como un ejercicio democrático es una actividad de alto riesgo,
porque la realidad gubernamental es bipolar, reduciendo toda posibilidad en los
extremos del conmigo o contra mí. No se intercambian argumentos o se defienden
políticas, no. Aquí solo impera la
víscera, el descontón desde la ofensa de pensar distinto. Es presenciar el
florecimiento del territorio donde el señor domina, marcado por la aridez de
las propuestas, en el que solo el decálogo del elegido es verdadero.
Mientras las confrontas se
incrementan, el país continúa con sus descalabros, frente a la falta de
voluntad para establecer la gran convocatoria para superar las diferencias ofrecida
en el 2018. Ahora se festejan los 4 años de gobernar desde la lógica de la
exclusión, ya que nada es necesario de sumar o de reconocer si no es parte de
la verdad oficial; ya se tienen los dogmas que dan cimiento a una
transformación que hoy por hoy deja mucho que desear.
DE
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Tan preocupado por la
libertad de expresión de Assange, mientras aquí se reserva información que
debería ser conocida por todos.