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LA VEZ QUE MARÍA ROJO LE DIJO QUE NO A PEDRO ALMODÓVAR

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LA VEZ QUE MARÍA ROJO LE DIJO QUE NO A PEDRO ALMODÓVAR

 

Manuel Alejandro Alvarez Torres                  

Agencia Reforma

Ciudad de México 18 septiembre 2023.- En el arranque de los años 90, María Rojo presentó en Madrid «Danzón» y allí, en el legendario cine Palacio de la Música (ahora inexistente), Pedro Almodóvar le ofreció, tras ver la cinta de María Novaro, quedarse en España para filmar con él.

 

Pese a su gran admiración hacia el cineasta manchego, María le dijo que no.

 

«Yo no cambiaba lo que estaba viviendo acá, la gente que conocí y que creó un personaje para mí, una película, los que me dirigieron, eso no lo hubiera tenido en ninguna parte del mundo», cuenta en sus 80 años recién cumplidos.

 Una diva muy activa a sus 80 años Sólo la política alejaba a María Rojo de lo que más le gusta y mejor sabe hacer, actuar.

 

Ahora que se ha retirado de esta actividad por deseo propio, la diva del cine mexicano vuelve, de momento, en una serie próxima a estrenarse en Netflix.

 

Se trata de un proyecto arriesgado a todas luces, marginal y lleno de contrastes: Los Reyes de Oriente.

 

Dirigida por José Luis Valle (Workers, Las Búsquedas) y producida por Sandra Solares (La Ley de Herodes, ¡Que Viva México!) es un melodramón con actores de barrio (el de Iztapalapa), secundados por nuevas caras de la actuación (Joshua Okamoto, Ingrid Águila, Elías Toscano, Manuel Villegas, Gabriela Ruiz y Katia Rigoni) y apoyados por la experiencia de Rojo, de Roberto Sosa y Evangelina Martínez (madre de Sosa) como primeros actores.

 

Para su rodaje, el equipo de producción dio talleres de actuación, expresión y de convivencia, algo que, destaca Rojo, hará muy significativa y cercana para el espectador la trama.

 

El centro argumental será la familia Reyes, cuyos integrantes jóvenes se ven envueltos en situaciones al límite en una localidad que, por su naturaleza, pone a prueba a todos sus habitantes.

 

Rojo, quien encarna a la abuela de los Reyes, con modestia expresa que cuando la invitaron a participar acudió temerosa al casting.

 

«Fui con mucho miedo, porque no soy buena para el casting, soy insegura y muy distraída. Casi, casi, casi me tienen que dirigir… yo no soy una buena actriz si no me dirigen, la verdad… ¡Esa es la verdad!», dice Rojo, sonriente, en visita a Grupo REFORMA.

 

«Me dieron el papel de la abuela, un muy buen papel, pero es un personaje que junto con el del excelente Roberto Sosa y junto con el de Evangelina Martínez y una actriz joven de la Compañía Nacional, muy linda, éramos los únicos actores experimentados, que luego esa palabra de experimentados tiene sus queveres, porque luego resultas peor…», agrega.

 

A la actriz de clásicos como Las Poquianchis, Bajo la Metralla, Danzón o De Noche Vienes, Esmeralda, si bien no ha hecho cine recientemente, el teatro la ha tenido ocupada luego del encierro forzado por la pandemia de Covid-19.

 

Le levantó el ánimo mucho, comparte, la reciente inauguración de la Cineteca de las Artes, que entre sus 12 salas cuenta con la «María Rojo», abierta desde el pasado 15 de agosto, fecha de su cumpleaños número 80.

 

«Cuento con una sala y estoy entre mi gente, porque es generación 60, 70, creo… (Jorge Fons, Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Ignacio López Tarso, Ernesto Gómez Cruz, entre otros). Cuento con mis directores, con quienes me hicieron… sin Felipe Cazals, sin Jaime Humberto Hermosillo, sin Fons, María Novaro no…», expresa conmovida.

 

Precisamente por la pérdida de realizadores como Cazals, Jaime Humberto y Fons, Rojo pasó una temporada muy triste.

 

«Los quise mucho, sobre todo los admiré y siempre les estaré agradecida, porque me trataron bien y me dieron profesionalmente papeles que jamás me imaginé».

 

Con estos directores, Rojo encabezó una lista de cintas prohibidas, tal vez el caso más mediático fue el de Rojo Amanecer (de Fons), que se filmó en secreto y para cuyo estreno se libró en juzgados una controversia para su clasificación y exhibición comercial (en los 90 era aún tema tabú la matanza de estudiantes de 1968).

 

Con 75 años de trayectoria (inició su carrera siendo una niña, en Teatro Fantástico, de Enrique Alonso, «Cachirulo»), la diva del cine mexicano que le dijo no a Almodóvar, que bailó un danzón en el Salón México con Harrison Ford, y con Mick Jagger en el Bar León, amiga muy apreciada de Gabriel García Márquez y otros, se dice activa hasta que las fuerzas se lo permitan.

 

De momento, adelanta, el activismo que siempre la ha caracterizado a favor del cine y la cultura la impulsa, así como la posibilidad de hacer una nueva película.