LA VIDA HUMANA, UN BIEN QUE DEBEMOS SIEMPRE PROTEGER
LA VIDA HUMANA, UN BIEN QUE DEBEMOS SIEMPRE PROTEGER
Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Hemos
comenzado este nuevo año 2021 que a primera vista se nos presenta con muchos
desafíos. Existe mucha incertidumbre sobre el futuro que nos aguarda. La crisis
sanitaria que nos alcanzó el año pasado agravó la situación de las familias
mexicanas en todos los niveles de la población. Estamos aprendiendo a vivir con
lo necesario y a valorar más lo que tenemos.
Este
año que comienza no podemos quedarnos sólo en una mirada de reclamo o añoranza
por el pasado que nunca volverá. Debemos superar la mirada de retrovisor que no
se hace responsable del presente y sólo distribuye culpas. Debemos ser
proactivos, creativos, comprometidos, previsores, organizados y discernir mejor
cada decisión que tengamos que tomar.
La
fe nos permite ver el pasado con gratitud, no obstante, las dificultades que
hayamos vivido o sufrido, siempre existe algo bueno en medio de los torbellinos
que nos presenta la vida. El futuro lo contemplamos con esperanza ya que las
celebraciones navideñas que acabamos de vivir (el nacimiento del hijo de Dios,
la fiesta de la sagrada familia y la adoración de los magos de oriente) nos
ayudan a tomar conciencia de que Dios está en medio de nosotros. Él ha asumido
nuestra carne mortal para redimirnos y compartirnos su gloria.
La
vida humana goza de una dignidad que ni siquiera las creaturas angelicales
tienen. La vida humana es tan importante que el mismo hijo de Dios quiso
asumirla con su encarnación. El hecho de que el hijo de Dios se haya hecho uno
de nosotros, nos hace valorar la belleza y la grandeza de la que goza cualquier
ser humano.
La
vida humana es uno de los dones más excelentes
que tenemos los seres humanos, toda vida humana es digna desde el momento en
que empieza a existir hasta su desenlace natural, por eso debemos cuidarla,
respetarla, protegerla y valorarla. La vida humana es un bien precioso, es la
base de la que dependen todos los demás bienes que una persona posee como
pueden ser su libertad, y su voluntad.
Por
este motivo lamentamos profundamente lo que acaba de suceder en Argentina, el
pasado 30 de diciembre de 2020. El senado de ese país legalizó el crimen
horrendo del aborto. Aprobaron el proyecto de ley que permitirá que una madre
pueda asesinar a su hijo durante los primeros 3 meses de embarazo. Con esa
decisión pasaron por encima del primero de todos los derechos humanos, el
derecho a la vida. Se trata de una verdadera perversión del derecho, esta ley
aprobada pretende transformar un delito en un derecho.
¡Asesinar a una persona, nunca se podrá considerar como un derecho!
Lamentamos
además que algunos actores políticos de nuestro país, promotores de la cultura
de la muerte, hayan festejado esta decisión criminal.
¿Cómo
se puede celebrar la muerte de un ser humano? No les basta con la tragedia que
estamos sufriendo, sea por la incontrolable crisis sanitaria que sufrimos por
causa del COVID-19 como por la imparable ola de violencia que no ha encontrado
una respuesta estratégica.
Nos
auguramos que este año que estamos comenzando triunfe la cultura de la vida.
Que la vida humana sea respetada, custodiada y amada por todos.