LAS AGRESIONES A PERIODISTAS
LAS AGRESIONES A PERIODISTAS
Por Miguel Ángel
Cristiani González
Apenas el pasado
miércoles la organización internacional Article 19MX-CA reveló que durante el
mes de agosto repuntaron los asesinatos de periodistas en nuestro país, por lo
que urgió acciones coordinadas del estado mexicano.
Pero además en su
informe reitera nuevamente a las autoridades mexicanas sus obligaciones de
prevenir la violencia, proteger a las víctimas ante ataques, procurar justicia,
reparar el daño y generar garantías de no repetición.
Ante el alza de la
violencia letal, este 2022 es un año de alerta roja, pues al menos 16
periodistas, 3 trabajadores no editoriales de medios de comunicación y un
familiar de periodistas han sido asesinados.
La violencia letal
contra periodistas en México ha sido una constante en las últimas tres
administraciones. Sin embargo, el vertiginoso escalamiento de los asesinatos
este año no tiene precedentes. De los 16 casos registrados, hasta el momento,
ARTICLE 19 identifica vínculos de estos crímenes con el ejercicio informativo
por lo menos de 11 periodistas y 3 trabajadores.
La organización
Reporteros Sin Fronteras señala que hasta el día de hoy 8 periodistas han sido
asesinados en Ucrania, país en guerra. Con ello damos cuenta de la magnitud de
la tragedia que enfrenta México sin que las autoridades sientan apremio ni
urgencia para avanzar en la prevención de más asesinatos y en el
esclarecimiento de los ocurridos.
Los homicidios
ocurridos a lo largo del año, y en particular los cometidos en agosto, reflejan
el agravamiento de las condiciones de vulnerabilidad y asedio bajo el cual se
encuentra la prensa. Todo ocurre ante un Estado que es omiso o incapaz de
generar estrategias que enfrenten los causales de la violencia y reviertan la
grave crisis de derechos humanos que atraviesa el país.
Pero las
agresiones a periodistas no solo son los asesinatos, sino que también se ejerce
otro tipo de violencia, como es la laboral, con despidos injustificados.
Tenemos el caso
del periodista veracruzano Gustavo Cadena, quien este lunes debería de haber
sido reinstalado en el Tribunal Superior de Justicia del Estado luego de un
largo juicio que ya dura más de cinco años y que finalmente sentenció a su
favor de un despido injustificado en su base en Comunicación Social de es
dependencia.
Se trata de un
profesional del periodismo con más de cincuenta años de trayectoria en
distintos medios públicos y privados, que sin motivo ni razón alguna fue
despedido por el entonces presidente del Tribunal de Justicia del estado, Edel
Álvarez Peña.
Son ya cinco largos
años de un pleito laboral que no tiene justificación alguna, irónicamente,
contra la institución que se supone es la encargada de administrar la justicia
para todos los veracruzanos.
En este absurdo
caso la villana principal resulta ser Isabel Inés Romero Cruz, titular hasta el
momento, del Poder Judicial de Veracruz, que se niega a reinstalar al
trabajador a quien se le han violado sus derechos humanos elementales.
Isabel Inés
Romero, tendrá que pagar las consecuencias de su omisión y testaruda obstinación
de no cumplir con mandatos legales, que le han dado la razón al periodista
Gustavo Cadena Mathey en su reclamo de reinstalación, jubilación y la
reposición de sus derechos laborales.
Todo el gremio
periodístico veracruzano, quienes hemos conocido la trayectoria y
profesionalismo de Gustavo Cadena Mathey nos solidarizamos y exigimos que se le
haga justicia.
Molestia, hartazgo
y solidaridad ha despertado entre el gremio de periodistas veracruzanos el
penoso e injusto caso por el que atraviesa hoy el periodista Gustavo Cadena
Mathey.
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