LAS DESIGUALDADES DEL FUTBOL
Pedro Peñaloza
¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio?
George Wells
Después de la victoria esperada ante el combinado semiprofesional de Nueva Zelanda y, por ende, la clasificación al Mundial vía repechaje de la Selección mexicana, la mayoría de los medios de comunicación decidieron olvidar de una vez y para siempre el pésimo nivel futbolístico que mostró el Tri en las eliminatorias de la CONCACAF. «El pasado no tiene ningún valor, lo que realmente importa es que se logró la calificación al Mundial», rezan estos personajes, voceros de los dueños del futbol.
Al principio del hexagonal mundialista se veía lejana la posibilidad de que México tuviera que ocupar el medio boleto y eliminarse con un país representante del continente de Oceanía. Ahora se ve como una bendición haber ido a jugar al otro lado del mundo para sacar una invitación a Brasil. El mundo, al revés.
Sin embargo, si analizamos los números de los otros países que tuvieron que eliminarse en repechajes similares a los de la escuadra azteca, la cual sólo ganó dos partidos en diez jornadas en todo el proceso eliminatorio, podemos observar grandes diferencias. Por ejemplo, en el caso de la Selección uruguaya, que quedó en quinto lugar de la CONMEBOL, ¡tuvo que ganar siete partidos! (en diecisiete jornadas) para poder eliminarse con un equipo de la zona de Asia. La mayoría de los equipos de Europa tuvieron que ganar, mínimo, seis partidos (Grecia tuvo que ganar ocho) para conseguir el repechaje. Con estos números parecería que el combinado mexicano se sacó la lotería para asistir a la justa mundialista. Cuidado con las comparaciones simplistas que abonan el fomento a la mediocridad y al conformismo.
Por otro lado, una vez destapadas las carencias de la Selección nacional y haber mostrado lo lejos que estamos de las potencias mundiales, se necesita hacer una planeación seria el 2 de diciembre no para el Mundial de Brasil del próximo año, que por más que no aferremos a la camiseta no podemos esperar un gran papel del combinado nacional, sino ya ir formando un proyecto para que llegue un equipo competitivo al Mundial de Rusia en el 2018. Claro, si se quiere reconstruir el desastre. Lo que debe entenderse es que el futbol nacional exige una cirugía mayor, no pequeñas aspirinas que sólo combatan los síntomas.
Por lo tanto, la pregunta sería: Miguel Herrera está capacitado para formar un proyecto de largo plazo, formativo e integral para la Selección mexicana, o solamente fue un bomberazo de una directiva presionada. Las ganas y el empuje del joven Herrera no son suficientes para guiar un proceso de estas magnitudes. Lo mejor sería traer un director técnico con el perfil de Marcelo Bielsa, con grandes conocimientos futbolísticos, amplia experiencia internacional que incluye haber llevado al Mundial a Chile y a la Argentina; buen formador de jóvenes, le gusta trabajar con chavos y garantizaría seguir el proceso de los jugadores de las selecciones menores.
El ejemplo del caso colombiano está a la vista. Contrataron a José Néstor Pékerman, un entrenador con amplia experiencia en el trato y formación de jóvenes y que le ha regresado la identidad al equipo cafetalero haciendo una simbiosis entre jugadores que militan en Europa y en la Liga local.
Esperemos que en la mente de los dueños no se tome la victoria contra Nueva Zelanda como el único parámetro. Sería estúpido. Hay que evitar que el cortoplacismo siga invadiendo la toma de decisiones de estos señores de pantalón largo e ideas cortas. Esa es la contradicción, que los que mandan no quieren romper las rutinas y al mismo tiempo no hay quien los destrone de su reino.
Algo Más. Pumas no tiene salvación. Si alguien pensaba que el próximo campeonato el equipo universitario podría salir de su crisis y ocupar nuevamente puestos de calificación, se ha equivocado. El vicepresidente del equipo, Mario Trejo, asegura haber hecho un «gran análisis» respecto a las nuevas contrataciones. Sin embargo, de los cuatro jugadores fichados para este campeonato, tres no han tenido un buen rendimiento ni regularidad en sus equipos (Ludueña de 31 años, Leandro Augusto de 36 y Dante López 30), y además podrían ser un tapón para los jóvenes de la cantera; y si esto no fuera suficiente, la directiva decidió continuar con José Luis Trejo el próximo torneo. Entrenador que sólo consiguió una victoria y dejó a los Pumas en último lugar de la tabla. Ver para creer.
pedropenaloza@yahoo.com