LAS FIESTAS PATRIAS SON DE LIBERTAD
LAS FIESTAS PATRIAS SON LAS FIESTAS DE LA LIBERTAD
El
próximo 16 de septiembre de 2022 celebraremos 212 años de que comenzó la lucha a favor de la libertad y la soberanía en nuestro país. Conmemoramos la ofrenda de la propia vida que
hicieron los héroes que forjaron nuestra nación mexicana. Una gran mayoría de ellos fueron creyentes católicos que, a la luz de la palabra de Dios, entendieron que la vida humana, en todas sus expresiones
debe vivirse desde la libertad que nos ha dado Jesucristo nuestro Señor quien rompió las cadenas de la esclavitud, pues el pecado y sus estructuras lo único que consiguen es someter, humillar y lastimar a la persona.
México
es una tierra que ha sido fecundada con la sangre de muchos héroes que, de diversas formas, han luchado con
tenacidad para lograr condiciones justas
que, a todos les permitieran disfrutar de sus vidas, el desarrollo de sus capacidades y una felicidad duradera.
Desde
su origen, esta tierra mexicana nació como resultado de una lucha en contra de la esclavitud. Así pues, México
es desde su nacimiento una ofrenda a la
libertad. Por esta razón, la lucha individual y colectiva siempre mira a la libertad. Lamentablemente se están dando
ya muchas señales que evidencian la
intención perversa de querer amordazar la libertad que nos han conseguido los héroes
de la Independencia.
Lo contrario a la libertad es la esclavitud y la esclavitud es la expresión más ruin del pecado, resultado de un ambiente viciado.
Pareciera que se quiere normalizar la apuesta a favor de la muerte, el desprecio de la vida, las
pésimas condiciones de educación, una lacerante inflación económica y tantos otros síntomas que evidencian intenciones obscuras y un sistema que ahoga cada vez más a la gente,
mientras la distrae con banalidades que sólo explotan el morbo y la malediscencia. Pero, eso no es
todo lo que allana la libertad. La libertad también se ve condicionada por muchas formas de colonización ideológica
que, como en un efecto en cascada, van
minando muchos núcleos de la vida social y comienzan a gestar formas claras de colonización.
Junto
a las heridas que duelen en nuestro país es importante mantener firme la esperanza y la frente en alto.
Nuestra
patria se ha ido configurando con grandes y claros esfuerzos que nos han permitido tener una nación rica en
valores e instituciones de todos tipos que todavía podemos presumir y que debemos
cuidar. Muchos mexicanos que nos han precedido nos han enseñado la importancia de tomar nuestras responsabilidades en las propias
manos y hacernos cargo del presente y
el futuro de nuestro país. El desarrollo de nuestra nación no se puede empeñar en manos deshonestas.
Somos
un pueblo peregrino, un pueblo que va caminando hacia la verdadera libertad, la credibilidad de nuestro caminar hacia el lugar de la verdadera liberación, es el compromiso decidido con
el que cada día enfrentamos las dinámicas
de esclavitud y vasallaje. Nuestro trato, nuestras relaciones, incluso los propios silencios exponen el encargo
que hemos abrazado en favor de la libertad
para todos. Como afirma el papa Francisco, “caminar en la propia historia exige superar los inmovilismos, buscar actitudes nuevas, actitudes abiertas y capaces
de proponer el Evangelio a todos para la construcción del Reino (cfr.
EG 180-181).
Son
preferibles los mexicanos accidentados, heridos y lastimados por salir a la calle y dar la cara para defender la
libertad y la soberanía, a los ciudadanos enfermos
que se aferran a las propias seguridades e intereses renunciando a la verdad y al bien común, entregando su libertad
y hasta su propia dignidad.
¡Que México tenga vida digna! ¡Viva México!