LAS PLAYAS DEL MUNDO EN PELIGRO
LAS PLAYAS DEL MUNDO, EN PELIGRO
· Cambio climático y actividad humana, sus
principales amenazas
· El 24 % de las costas del planeta se
erosiona más de medio metro al año, alerta artículo publicado en la revista
Nature
Rafael Paz
Ilustración: Andrés Otero.
Ciudad Universitaria, CDMX, 27
marzo 2025.- Históricamente las zonas costeras se han caracterizado alrededor
del planeta por ser algunas de las áreas más pobladas y con un importante
desarrollo de infraestructura, ya sea por su atractivo turístico, la industria
pesquera o el transporte marítimo.
Sin embargo, actualmente las
playas del mundo se encuentran en peligro y su futuro no está garantizado.
Un estudio de la revista
Nature, titulado “The State of the World’s Beaches”
(https://www.nature.com/articles/s41598-018-24630-6) apunta, por ejemplo, que a
lo largo de 33 años de análisis (1984-2016), científicos de la Universidad
Técnica de Delft, en los Países Bajos, detectaron lo siguiente: “El 24 % de las
playas arenosas del mundo se están erosionando a un ritmo superior a medio
metro por año, mientras que el 28 % está en proceso de acreción y el 48 % es
estable. La mayoría de las costas arenosas de las zonas marinas protegidas se
deterioran, lo que es motivo de grave preocupación”.
Además, “el 7 % de las playas
de arena del mundo experimenta tasas de erosión clasificadas como severas.
Dichas tasas superan los 5 metros por año a lo largo del 4 % de la costa
arenosa y son mayores de 10 metros anuales para el 2 % de la costa arenosa
global. Por otro lado, alrededor del 8 % de las playas de arena del mundo
experimentan una acreción significativa (>3 m/año), mientras que el 6 %
acumula más de 5 m/año (10 m/año)”, añadieron los investigadores.
De mantenerse el desgaste,
combinado con el aumento del nivel del mar, la vida de 70 millones de personas
que habitan en dichas zonas se vería amenazada por posibles inundaciones, según
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
(https://www.undp.org/press-releases/climate-changes-impact-coastal-flooding-increase-5-times-over-century-putting-over-70-million-people-path-expanding-floodplains).
“La extensión de las
inundaciones costeras ha aumentado en los últimos 20 años como resultado del
incremento del nivel del mar, lo que significa que 14 millones más de personas
en todo el mundo viven ahora en comunidades costeras con una probabilidad anual
de inundación de una en 20”, subraya el PNUD.
“Si continuamos con nuestro
curso actual de emisiones globales de gases de efecto invernadero (SSP2-4.5),
se proyecta que para fines de siglo esta llanura aluvial de una en 20 se
expandirá a áreas pobladas hoy por casi 73 millones de personas”, agrega.
Las ciudades costeras en mayor
peligro, anota el PNUD, son aquellas densamente pobladas, como Santos (Brasil),
Cotonú (Benín) y Calcuta (India), donde “se prevé que la exposición al riesgo
de inundaciones se duplicará hasta el 10 % de la población a finales de siglo”.
¿Qué está pasando?
En un ecosistema costero,
señaló Juan José Kasper Zubillaga, investigador del Instituto de Ciencias del
Mar y Limnología de la UNAM, “los ciclos sedimentarios son muy complejos y obedecen
a muchos factores, entre ellos el clima, el suministro de material hacia la
costa y la erosión de la roca parental, que es lo que nos dará el producto para
generar playas o dunas… el transporte fluvial que lleva toda la carga del
sedimento desde la fuente hasta la costa y desde luego las corrientes
litorales”.
El especialista mencionó que
los ciclos también pueden verse afectados por “eventos extraordinarios, como
las tormentas y huracanes, y, obviamente, hay un menor impacto por parte de
construcciones de la costa que provocan que se esté sacando arena o que haya
erosión antrópica, por lo que la misma se empieza a deteriorar”.
Los litorales en mayor riesgo
son los ubicados en las ciudades densamente pobladas
Urbanización
“El hombre tiene la facultad
de urbanizar, a veces creyendo que esto redituará en su propio beneficio. Esto
no es así”, comentó Kasper Zubillaga, “por ejemplo, en el caso de las zonas
turísticas se construye en ocasiones sin la más mínima información de lo que
puede suceder si se hace en áreas vulnerables y, principalmente, edificaciones
en zonas de playa e incluso sobre dunas costeras, las cuales son impactadas
durante eventos como los huracanes u otros de alto impacto”.
Sin embargo, indicó el
universitario, no podría decirse que estos actos humanos son el problema
principal, ya que son múltiples factores los que intervienen. “Tenemos otros,
como el cambio climático, el cual está calentando las aguas del océano. Los
arrecifes, que son zonas que protegen las costas, se ven afectados porque se
están muriendo y esto hace que no tengan ya viabilidad de seguir creciendo y
protegerse del embate del oleaje”.
Así, “con esto el agua entra,
sube y provoca que las costas tengan invasión del océano. Lo estamos viendo en
muchísimos lugares, no sólo en las islas del Pacífico o en regiones bajas del
continente, sino en áreas como las costas de California donde el embate del
oleaje ya está llegando prácticamente a los sitios en que se encuentran las
construcciones, las casas, y la gente piensa que son ‘eventos’, como el mar
embravecido. Pero no, tiene que ver mucho también con estas circunstancias
cuando los niveles del mar están aumentando por el cambio climático, lo que
está generando todos estos problemas”.
Un reto adicional
Para Juan José Kasper
Zubillaga hay otro factor que tiene que considerarse a largo plazo: el saqueo
de arena. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU): “la
arena es el material sólido más utilizado en el mundo, únicamente el agua supera
su uso. Cada año se explotan 50,000 millones de toneladas de ese recurso
natural sin que haya una vigilancia adecuada del impacto de su extracción en la
naturaleza”.
Buscando dar claridad a sus
datos, la ONU complementó argumentando que “esos 50 mil millones de toneladas
que se usan cada año serían suficientes para construir un muro de 27 metros de
ancho y 27 metros de alto alrededor del planeta Tierra”.
Esto también afecta a los
ríos. De acuerdo con datos de una investigación realizada por la Universidad de
Ámsterdam –difundida por Science Direct (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048969722029746)–,
“estamos dragando arena a un ritmo que supera con creces la capacidad de la
naturaleza para reemplazarla, tanto que el mundo podría quedarse sin ese
recurso para construcción en 2050”.
Kasper Zubillaga dijo que “la
gente piensa que la arena es infinita y no, tiene un ciclo y etapas muy
específicas. No obstante, se saca para construcción, por ejemplo, lo cual no
está regulado. Son problemas que estamos enfrentando en México y tienen impacto
en las costas por efecto del hombre; es lo que está dando al traste con
muchísimas zonas, como la Riviera Maya donde se cree que es muy redituable
esto, pero, a la larga, el costo que se pagará será muy grande”.
FUENTE: UNAM