LEY INGRID
Números
Rojos
Por Brenda Caballero
“La Culpa la Tuvo Cupido”. Fue uno de los titulares de un periódico de
la Ciudad de México que “justificó” el feminicidio de Ingrid, de 25 años, a
manos de su pareja Érick Francisco, de 46 años. Otro más en aras de vender
morbo, tuvo la “ideota” de poner en su portada el titular “Descarnada”.
Ambos impresos publicaron una foto que no vale la pena ni describir pero que
indignó a millones. ¿Quién sacó esa foto? Desde luego alguien que tuvo acceso
de primera mano al lugar de los hechos. ¿Acaso un funcionario público? Las
investigaciones afirmaron que fueron los policías que llegaron a la escena del
crimen, pero no ocurrió nada.
Las redes sociales fueron también cómplices de esa difusión y ante ello,
también se armó una contracampaña para que al buscar Ingrid Escamilla en
internet, aparecieran paisajes o fotos de ella, en lugar de la foto filtrada. Y
así fue y es. Si usted busca en internet su nombre, no aparecerá la foto que
publicaron en algunos medios.
La indignación generalizada llevó a que se volteara a ver la extrema
violencia en la que vivimos, la revictimización de las víctimas y de sus
familias para que se pensara en una ley que prohibiera este tipo de
publicaciones.
Desde el año pasado, la Ciudad de México, el Estado de México, Colima y
Oaxaca ya habían legislado para prohibir esas imágenes. El 27 de julio, en
Veracruz, la diputada Ivonne Trujillo ya había presentado la iniciativa, sin
embargo, a pesar de que pasó a Dictamen, se desconoce las razones para que no
entrara en el Orden del Día de la última sesión en la pasada Legislatura; sin
embargo, ahora sí tendrá que entrarle el Congreso Estatal de Veracruz, ya que
el pasado miércoles en la Cámara de Diputados, los legisladores aprobaron con
470 votos a favor la llamada Ley Ingrid, para que se castigue de 2 a 6 años de
prisión a todos los servidores públicos y ciudadanos que difundan, fotografíen,
copien, publiquen audios, videos o documentos con información de una carpeta de
investigación. Con ello se busca garantizar la protección de las víctimas en su
dignidad e integridad.
Con la Ley Ingrid se incrementará la gravedad si se trata de mujeres,
niños, niñas o personas con discapacidad hasta con 10 años de prisión.
El caso de Ingrid no es el único. En Veracruz recordamos la filtración
de las fotos de los asesinatos de Gladys y su hija Carla en su propia casa, de
la empresaria Susana en el Semefo de Coatzacoalcos, el feminicidio de Silvia
Jazmín en Cosoleacaque, y otros más que han sido expuestos en redes sociales o
medios impresos sin que haya sanción al respecto a pesar de que en Veracruz
existe ya en el Código Penal para el Estado de Veracruz, en su capítulo II
Contra El Respeto a los Muertos (reformado, g.o. 3 de junio de 2019) en su
artículo 298 fracción IV: “Se impondrán prisión de uno a cinco años y multa
hasta de cien Unidades de Medida y Actualización a quien:”
“…IV. Fotografíe, videograbe o difunda imágenes de un cadáver o restos
humanos que se encuentren bajo resguardo de una institución de naturaleza
forense, sin estar legalmente facultado para ello o para fines distintos a los
establecidos en la Ley”. Agrega: “En el caso previsto en la fracción IV, si
quien comete este delito es servidor público o ejerce una profesión y utiliza
los medios o circunstancias derivadas de ello y tiene bajo su custodia o
resguardo un cadáver o restos humanos, las penas se incrementarán en una
tercera parte…”
En fin esperemos la armonización de la Ley Ingrid en Veracruz, pero más
que nada su aplicación, y no pase desapercibida como la fracción IV del Código
Penal para el Estado de Veracruz, pues la Ley ahí está y sin embargo nunca se
aplicó.
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