LEYENDAS 5 – ALTOTONGA 3
Salvador Muñoz
Los Políticos
Le
pregunto si fue con Leo Beenhakker cuando participó como centro delantero de
las Águilas del América… me corrige: “fue con Paolo Roberto Falcao y fueron 17
minutos”. Cosas de la vida: degusto unos frijoles charros así como una cecina
acompañada de sus enchiladas, frijolitos y guacamole al lado del portero del
América con más títulos obtenidos: Adrián Chávez.
Ahora se dice fácil pero no lo fue cuando tuvo que ocupar el lugar de una
figura emblemática en el equipo de Coapa: Héctor Miguel Zelada.
Veo
sus manos y le pregunto si nunca tuvo una lesión como portero. Antes de que me
responda, le agrego que es por el caso de otro guardameta… me interrumpe:
“Miguel Marín, que en paz descanse” y acto seguido, me dice que él tenía las
manos así y tuerce un poco sus dedos. A diferencia del Supermán, cuenta, “yo
usaba guantes con unas varillas que protegían a los dedos…”
Tengo enfrente a Juan Hernández, defensa del América; a su lado, Pedro Duana,
mediocampista del Cruz Azul; cerca, a Johan Rodríguez, el gemelo; Omar no está,
anda por Playa del Carmen; hablando de celestes, ahí estaba también Víctor “La
Vitola” Rodríguez y Porfirio Jiménez; no podía faltar Paco Uribe, centro
delantero del América, así como Eduardo Bacas acompañados de Cristian Patiño y
Efraín “El Cuchillo” Herrera… la comida, en el restaurante El Rincón de Pancho,
en Altotonga.
Fui al partido de Leyendas Selección Nacional contra el equipo de Altotonga, en
dicho municipio, como parte de los festejos que se dan por la Feria del lugar.
El encuentro, en la cancha Pancho Pozas donde sencillamente las gradas fueron
insuficientes para las familias, amigos y de quienes gustan del balompié…
El partido terminó 5-3 a favor de los veteranos jugadores de la Selección
Mexicana lo que habla de lo que fue el partido: emociones, gritos del
respetable que a veces parecía apoyar con todo a los Aztecas y otras, a los de
Altotonga, sobre todo por las actuaciones de sus porteros, entre ellos el
Sargento Furia que ni parecía Sargento y tampoco Cancerbero, pero ¡qué atajones
brindó!
O qué decir de Ulises Santos quien hizo dos anotaciones por el equipo local,
destacando la conducción que hizo desde la media cancha para llevarse por
piernas a los defensas y fusilar al portero que dicho sea de paso, ya no era
Adrián Chávez, quien fue el más ovacionado por los aficionados casi al mismo
tono que el Sargento Furia (así lo anunciaba el conductor del partido que daba
los cambios y los nombres de los anotadores).
Las revelaciones del partido fueron por parte de los locales, Luis Guillermo Guevara
Sarabia, secretario del Ayuntamiento, quien se ganó la amarilla por bajar ¿a
Johan Ramírez o a La Vitola Rodríguez? No recuerdo, aunque al final del
partido, un raspón en el brazo le hizo ver su suerte por los hachazos dados.
Ahora, por parte de los Visitantes, entraron los relevos veracruzanos: El
Doctor Jacobo Domínguez Gudini y Yarid Christfield.
Quien me sorprendió gratamente fue el pozarricense Yarid, quien a pesar de
estar pasado unos cuantos kilitos, se desplazaba por la grama de manera natural
y con un spring envidiable para cualquiera de los ahí concentrados. Salió
lastimado del brazo izquierdo pero nada que una pastilla no pueda resolver…
Por su parte, Jacobo Domínguez la tuvo, fue suya y la dejó ir cuando le
ofrecieron tirar el penal tras falta cometida a la Vitola… le dio pánico
escénico y cedió los honores a Johan…
Al final, el ambiente familiar y de camaradería que se vivió desde las gradas
hasta la grama, fue el verdadero ganador… sin dudas, un buen tino el del
alcalde Ignacio Morales Guevara el traer este tipo de eventos que motivan el
deporte en armonía y buena vibra.
Es ahí, en el campo de Pancho Poza, mientras Adrián Chávez se toma fotos y
autografía camisetas, que me precisa que jugó como centro delantero bajo el
mando de Falcao…
Ya en el restaurante, me platica que si hay un momento glorioso en su vida, fue
haber obtenido tras un año de debut bajo los tres palos del América, el
campeonato de la temporada 1987-1988 y 1988-1989, el ser campeón de Campeones;
levantar la Copa de Campeones de la Concacaf en 1987 y además de eso, haber
sido considerado el Mejor Portero de México…
¿Y el recuerdo más triste?
–El gol de Ferreti.
Está de más escribir a qué se refiere… sólo los Águilas de Corazón lo sabrán…
smcainito@gmail.com