Libertad Creadora es lo de Hoy
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Por René Sánchez García.
Existe en México una nueva generación de talentos en casi todas las áreas del conocimiento científico y la tecnología. Me llama la atención lo que viene sucediendo hoy en día entre los jóvenes que se dedican especialmente a la creación literaria. Se trata de hombres y mujeres que desean por todos los medios ser escritores en los diversos géneros: la poesía, la narración, la novela, el teatro, el ensayo y el cuento. Si leemos con mucha atención los antecedentes escolares de estos noveles, encontramos que la gran mayoría son egresados de carreras profesionales que nada tiene que ver con la literatura y sólo unos cuantos sí conocen de estos menesteres de la lengua escrita.
La pequeñísima biografía de estos nuevos talentos viene siempre acompañada con la información de que han asistido a cursos y talleres literarios independientes y no precisamente los que imparten a manera de posgrado las universidades públicas o privadas cercanas a sus lugares de origen. Si bien sus edades de éstos oscilan de entre los 23 y los 30 años, tienen ya algunas publicaciones en revistas literarias, suplementos culturales de periódicos o en libros colectivos de editoriales autofinanciables. En sus trabajos elaborados se nota claramente una nueva visión de la escritura, apartada totalmente de los cánones clásicos academicistas.
Estos jóvenes de hoy escriben con absoluta libertad creadora y no están sujetos a una línea marcada por quienes son propietarios o dirigen las publicaciones impresas. Viven en lo personal y en lo colectivo un proceso diferente de sentir, pensar, crear e imaginar, enfrentando una multitud de dilemas existenciales que con el tiempo les permite elaborar una representación del mundo que habitan, o las posibilidades de su propio mundo. “Se trata de crear una estructura nerviosa organizada a través de experiencia y reflexión y resuelta con la precisión de asir algo para poder nombrarlo”.
Una característica particular de estos jóvenes, es que sus temas elegidos para la escritura narrativa, nada tiene que ver con los hechos, historias, casos, vivencias, o experiencias recogidas desde el mundo exterior y plasmarlas tal y como sucedieron en la realidad; ahora la elección del tema stino personal, “de allí su imperiosa necesidad personal de escribir, porque sólo haciéndolo entiende que la propia vida habitará con provecho los dilemas esenciales de su sentido. Escribir es pues, para él, dar cumplimiento a la celebración de un encuentro superlativo con la realidad como revelación y tarea. En tal encuentro, la palabra ha dejado atrás el pálido valor que le infunden la costumbre y la función desteñida que ahoga la retórica sin sustancia”.
Queda claro que la creación literaria nunca cesa ni cesará mientras la especie humana se siga debatiendo en este planeta. También, que estas nuevas formas de repensar y de reescribir el mundo, abonará un poco la búsqueda de la explicación final a esa pregunta milenaria que no encuentra aún respuesta: ¿Por qué escribir?
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