LOS DESAFIOS DEL DEPORTE EN MEXICO

A don Fernando Marcos

a cien años de su natalicio

Por Héctor Larios

Esta semana se llevó a cabo el coloquio “Desafíos del deporte en México”, un evento organizado por la Universidad Veracruzana, que logró convocar a destacados ex deportistas, intelectuales que compartieron sus ponencias desde diferentes áreas de las ciencias sociales, de la historia, antropología, sociología, y la política. Se escuchó también las voces de la visión directiva de quiénes cuentan con experiencia suficiente para realizar un diagnóstico del deporte en nuestro país. Además se contó con la participación estudiantes, académicos y entrenadores que le dieron vida al ejercicio de la reflexión en el inicio de un nuevo ciclo del deporte universitario.

Así desde una mirada multidisciplinaria los organizadores aportan a la nueva gestión de la rectora Sara Ladrón de Guevara, suficientes herramientas para construir una política deportiva que impulse, en su proceso de formación profesional a la comunidad estudiantil, estilos de vida saludables en un ambiente de convivencia armónica que cultive una cultura del esfuerzo y la legalidad intrínseca en las actividades deportivas. Además de  estructurar una ruta institucional que impulse el espíritu universitario con capacidad de permear al resto de la población, en una misión de cohesión social que brinde una identidad institucional. Verdaderas funciones sociales del deporte aún en tiempos de la modernidad. Soy orgullosamente Halcón de la UV.

Algunos puntos del diagnóstico, se señaló la falta de espacios deportivos, de instructores y entrenadores capacitados, programas específicos por disciplina, y directivos incapaces de articular propuestas que impulsen la activación física y las disciplinas deportivas para el alto rendimiento. La falta de inversión en ciencia y tecnología aplicada al deporte. La miopía presupuestaria de la burocracia en turno. Al puntualizar en cada una de ellas en automático se señalaba cuáles son los puntos resolver. También se dijo que hoy somos mejor que hace 20 años en la materia. Otro de los puntos a destacar es el rescate a la memoria de grandes deportistas como Arturo Guerreo, “Mano Santa” una estrella del baloncesto mexicano a quien no se ha hecho reconocimiento como se merece al igual de muchos hombres y mujeres que dieron su vida en las pistas, canchas deportivas, en las arenas de box y que literalmente se entregaron, que hoy los vemos con el pelo cano, la misma sonrisa de los años mozos, y arrastrando alguna vieja lesión.

Víctimas de una cultura del olvido, nos siguen dando lecciones deportivas y de vida, seres humanos que libraron mil batallas en la duela, en la cancha. Dominaron su mente, los malos hábitos, la flojera, cultivaron su cuerpo con esfuerzo y tenacidad porque sabían que sólo así podrían lograr el triunfo. Ellos me enseñaron estos valores, fui testigo de sus  hazañas deportivas, mismas que me siguen conmoviendo y que los medios insisten en olvidar al no otorgar el justo valor, extraviándonos en la inmediatez de una cultura del “exitismo” hasta llevarnos al precipicio de que ganar lo es todo (¿?). Cultivando consumidores de televisión hasta lograr el primer lugar de obesidad.

También hubo inflexiones sobre el punto neurálgico del deporte nacional. La incapacidad municipal del país y sus nulos programas.

A unos meses de cambiar administraciones municipales en el estado se vuelve a insistir, desde esta tribuna, en que los encargados del deporte municipal (COMUDE) deben cumplir con el perfil para diagnosticar, diseñar propuestas concretas para el desarrollo y crecimiento de una cultura que construya una política deportiva municipal que corresponda a necesidades de cada comunidad. Que ofrezca espacios y programas para todas y todos, con una visión moderna donde se conjugue activación física, deporte formativo y alto rendimiento.

El encargado debe crear una estructura que brinde oportunidad a los niños y niñas, modelo que impacte en la calidad de vida de los habitantes. Gestión con una visión de largo aliento que piense en la próxima generación y no utilice a los deportistas como escenografías de eventos políticos. Como ha ocurrido siempre.