LOS EXAGERADOS
LOS EXAGERADOS
Pedro Peñaloza
“Toda cuestión
tiene dos puntos de vista:
el equivocado
y el nuestro”.
Marcos
Mundstock
La vida pública en México transcurre entre dos
lecturas de los sucesos cotidianos. Para el inquilino de Palacio Nacional todo
va bien. El prometido “cambio de régimen” es un hecho. Sus ideas son certeras e
inéditas, van viento en popa. Los cambios son evidentes. La población los
percibe y goza. Los homicidios dolosos disminuyen, las personas disfrutan las
calles, pueden salir en las noches sin miedo y, por supuesto, ya no hay
masacres. La consigna de “primero los pobres” es una realidad que permea los
domicilios de las clases subalternas.
Las mujeres se sienten seguras, las violencias que
antes padecían bajo los dictados del neoliberalismo no existen más. Los
refugios para ellas ya no son necesarios y desaparecieron justamente porque el
machismo y el patriarcado fueron barridos por la vigorosa y sensible 4T.
Las medicinas y, sobre todo, la de los infantes con
algún tipo de cáncer se repartieron con asombrosa eficiencia. Los migrantes son
recibidos con calidez y se les han proporcionado todas las garantías para que
su estancia en México sea respetuosa de sus derechos humanos. Las pequeñas y
medianas empresas han sido apoyadas en todo momento, especialmente en la
pandemia. La pobreza y la desigualdad social disminuyeron por el impacto de las
eficaces políticas sociales.
Las conferencias mañaneras son bocanadas de aire
fresco que orientan a la población y la educan, no se ataca a nadie ni mucho se
calumnia a las voces críticas. Los periodistas que asisten a dichas ceremonias
son personas profesionales que no reciben ninguna consigna.
Las corcholatas presidenciales son respetuosas de
las leyes y no usan recursos públicos para promocionarse. La Guardia Nacional
no está militarizada y ahora que será absorbida, vía un “acuerdo” por la
SEDENA, no violará la Constitución ni los derechos humanos. Los ataques de
corte terrorista que se presentaron el pasado fin de semana, en algunos estados
de la república, fueron producto de una conspiración entre el débil
narcotráfico y las fuerzas conservadoras aliadas. Todo lo difundido fue una
“exageración” de “los medios controlados por los enemigos de la transformación”
para afectar al gobierno federal, especialmente al presidente, quien sufre
ataques infundados.
Las opiniones contrarias de los hechos aquí
descritos son de las fuerzas conservadoras y corruptas que quieren “conservar
sus privilegios”. Una aclaración: el tecleador, autor de estas líneas,
únicamente describió datos verificables, no es conservador y no busca
privilegios, por la sencilla razón que nunca los ha tenido. No somos
exagerados. Simplemente el presidente vive en su mundo imaginario, a costa de
las mayorías.
pedropenaloza@yahoo.com/ Twitter:@pedro_penaloz