Los guiños de AMLO
Pedro Peñaloza
“Cuando la hipocresía empieza a ser de muy mala calidad,
es hora de comenzar a decir la verdad”.
Bertolt Brecht
- La consistente inconsistencia.El dueño de Morena puede decir lo que quiera. Tiene licencia para ser incoherente. Decir que detendrá el proyecto del aeropuerto y, unas horas después, decir que lo va a concesionar a un segmento de empresarios corrobora sus bandazos; enfatizar que va a “echar atrás” la Reforma Educativa y, al mismo tiempo, enviar un documento a las organizaciones de la sociedad civil donde se dice que sólo se revisarán algunos puntos, ejemplifica el discurso a distintos públicos; también, ahora dice que únicamente revisará los contratos que el gobierno ha dado con la aprobación de la Reforma Energética, cuando en 2014 juró en un evento público en Villahermosa, Tabasco, lo siguiente: «los aquí reunidos y muchos mexicanos más refrendamos nuestro compromiso de luchar, sin tregua ni descanso, hasta revertir las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución promovidas por Enrique Peña Nieto para entregar el sector energético nacional a particulares, sobre todo a corporaciones extranjeras» (Ana Paola Lara, 19/03/14, MVS Noticas). ¿Más clara su inconsistencia y desmemoria?
- Entre el radicalismo y el pactismo.El dirigente tabasqueño y sus cercanos, no tienen empacho en mudar de posiciones en relación con la burguesía y la clase política. Recordemos, que, primero llama “minoría rapaz” a la cúpula empresarial y, después, manda a Alfonso Romo para conciliar con los señalados flamígeramente; sus devaneos no tienen límite, apuesta por golpear a unos y apapachar a otros, por ejemplo: riñe con Larrea y alaba a Salinas Pliego, afirmando que, “tiene dinero, pero tiene dimensión social”. Quizá olvida el ex jefe de gobierno que ambos personajes, junto con Baillères y Slim, representan a las cuatro familias que tienen el monopolio de la riqueza en el país.
En el frente político, también mueve sus cartas. La “culta” y “conceptual”, presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, afirmó en cadena nacional que: “en la PGR había un extraordinario procurador, que es Raúl Cervantes”; y, en seguida, la misma ínclita, pergeñó sin rubor que uno de los responsables de la triangulación de recursos hacia el PRI en el gobierno de Cesar Duarte, de nombre Alejandro Gutiérrez, es un “preso político”; para cerrar estos guiños de abierta complicidad, tengamos presente que a lo largo de la campaña y, ratificado hace unos días, AMLO ha insistido en que no tocará al Presidente Peña y seguramente tampoco a sus compañeros de causa. El doble discurso provocará muchas frustraciones, eso ni duda cabe.
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