Los libros a la calle
Los libros a la calle
La otra versión:
Los libros a la calle
René Sánchez García.
Hace
aproximadamente diez años, tuve la oportunidad de visitar las instalaciones de
la Universidad de las Américas (UDLA-P) que se encuentran en la ciudad de
Puebla. Recuerdo que llamó mi atención el Centro de Documentación (Biblioteca),
por su belleza arquitectónica, organización digitalizada y el inmenso número de
materiales en libros, revistas y periódicos que allí se encuentran. Ya ni se
diga de la atención que otorgan los bibliotecarios y demás personal de dicho
Centro.
A un costado de la entrada
principal, un cartel bien diseñado recomendaba la lectura de algunos libros
nuevos, dentro del cual destacaba una tesis de licenciatura de la Escuela de
Ciencias de la Comunicación, cuyo título era precisamente el de Los
libros a la calle, trabajo de tesis en equipo realizado por cuatro
alumnas egresadas de dicha institución universitaria, donde explican y detallan
su experiencia relacionada con el fomento a la lectura en ocho colonias
populares de dicha ciudad colonial.
Resulta que su trabajo de
tesis previamente autorizada, consistía en localizar ocho colonias populares
alejadas, donde las universitarias realizarían su trabajo de campo, de acuerdo
con todos y cada uno de los pasos del método científico y la estructuración de
su investigación documental y de campo. Para ello, se entrevistaron con las
autoridades del ramo de cultura municipal a fin de que les proporcionaran los
apoyos necesarios para dicho trabajo que beneficiaría a un número importante de
habitantes.
El trabajo de tesis habla de
la labor de convencimiento que realizaron dichas alumnas en las colonias
seleccionadas, donde las madres de familia jugaron un papel importante,
facilitando a sus pequeños hijos e hijas asistir los días sábados (o bien los
domingos) de las 10 a las 14 horas, ya sea en una casa, en un área verde, o en
una esquina seleccionada. El Ayuntamiento, dice un apartado, les prestó ocho
paraguas para evitar el sol o la lluvia, así como los materiales impresos que
las alumnas sugirieron; sin faltar claro está, libros, cuadernos, lápices, colores
y hojas blancas.
Pues bien, en dicho trabajo de
tesis se lee como cada sábado o domingo crecía el número de niños y niñas
asistentes en cada módulo, y en donde el trabajo de las alumnas consistía en
atender a los peques de 3 a 5 años en pintar, dibujar y colorear. A los chicos de
mayor edad en la lectura de historias, cuentos, poesías, etc. Pocos eran los
asistentes que cursaban algún grado escolar y una gran mayoría no sabía leer ni
escribir. Cada módulo instalado tenía de 10 a 15 asistentes puntuales y en dos
de ellos se inscribieron o asistieron 3 madres de familia, que igualmente
participaban activamente.
Este trabajo de fomento a la
lectura en colonias marginadas de la ciudad de Puebla, tuvo una duración de 46
fines de semana, notándose avances significativos de todo tipo, mismos que se registran
en un apartado de esta tesis: Los libros a la calle, que sirvió para la titulación de estas
4 alumnas universitarias de la UDLA-P. Puse atención en la consulta
bibliográfica utilizada en dicho trabajo de tesis y observando que fue la adecuada
para dicho diseño de investigación, ya que las alumnas recurrieron a textos
sociológicos, pedagógicos, antropológicos y de metodología de la investigación,
sin perder nunca el enfoque aprendido en las aulas en cuanto a teorías,
técnicas y procedimientos de la Comunicación. Es esto lo que más recuerdo de
dicha lectura apresurada.
Sagare32@outlook.com