Los olvidados de la 4T
Por Pedro Peñaloza
“Usted no
es sólo responsable de lo que dice,
sino
también de lo que no dice”.
Martín
Lutero
Después del espectáculo lumpenesco que se
escenificó en la Cámara de Diputados, por la aprobación del gasto para 2022, es
necesario plantear algunas reflexiones que nos permitan clarificar las
prioridades que defendió y aprobó la coalición obradorista.
Como se sabe, el Presupuesto de Egresos es la
plataforma insustituible de cualquier régimen para instrumentar sus políticas
públicas y, en consecuencia, fortalecer el proyecto político. Lo que sucedió en
San Lázaro no es distinto a lo que sucedía con otras administraciones. Quizá la
diferencia básica fue la carencia de oficio de la mayoría morenista y sus
compañeros de viaje, que compitieron en insultos con sus opositores.
Era evidente que las instrucciones del inquilino de
Palacio Nacional era no ceder ni un peso de su proyecto. Ahí está contenida su
visión y la ruta de navegación de un gobierno que tiene claras las fuentes de
su popularidad y control. Ya demostramos en entregas anteriores que las dos
prioridades del actual grupo en el poder son la repartición masiva de
cataplasmas sociales para garantizar el clientelismo electoral y los proyectos
“estrellas” del tabasqueño como “motor” de crecimiento y desarrollo.
Lo que hoy ha desnudado nuevamente al proyecto
lópezobradorista es su falsa defensa a los derechos humanos, con el reiterado
castigo presupuestal a renglones altamente sensibles en dichos rubros, a saber:
la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, el CONAPRED, el Sistema Nacional de
Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, la Comisión para el Diálogo con los
Pueblos Indígenas, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres, entre otras áreas, que han sido tratadas con insensibilidad
monetaria.
De manera destacada podemos mencionar a la Comisión
Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas que ha sido abandonada, no
obstante, las promesas de AMLO de que en este tema no habría límites
presupuestales. Para este año, apenas le dieron un aumento marginal, llegando a
la mísera de 747 millones, lo cual corroboró la enorme demagogia del gobierno y
sus lágrimas de cocodrilo.
Aquí, como en otros rubros, se ratifica que la
llamada 4T es un bloque de intereses con lenguaje populachero y de prácticas
conservadoras. Los legisladores morenistas se han ganado la palmadita de su
guía. La lucha por justicia para las víctimas de múltiples violencias y las
familias de desaparecidos puede esperar. Primero es quedar bien con el jefe,
asegurar el poder. El pensamiento crítico y razonable no tiene cabida para este
gobierno. Los olvidos de la 4T describen a quien nos gobierna.
pedropenaloza@yahoo.com/Twitter:@pedro_penaloz