Pedro Peñaloza

Los tiempos de la sumisión

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Por Pedro Peñaloza

 

¿Por qué contentarnos con vivir a rastras, cuando sentimos el anhelo de volar?

Helen Keller

 

1.La facilidad para doblegar. Es posible que las amenazas y los desplantes intimiden y socaven credibilidades y prestigios personales. AMLO puede, desde el inmenso poder que tiene, lanzar denuestos e improperios a quien le venga en gana.

Su argumento nuclear y único es que la moral se produce y se reproduce diariamente a las siete de la mañana. No importa que no tenga pruebas. Quizá por eso, el dueño de Televisa le rinde pleitesía y busca hacerse el simpático con el tabasqueño. Y así se comportan otros dueños del dinero. Todos, sin excepción se pliegan a la tonada que quiera decretar el inquilino transitorio del Palacio Nacional. La fórmula es cotidiana e infalible: calumnia y exhibe y nadie, pero nadie, se levanta a emitir un grito de dignidad. El verdadero significado del poder imperial del presidente se esparce con sus reflejos metaconstitucionales (Carpizo dixit).

2.La estorbosa pluralidad. Más allá de las declaraciones tolerantes que emite AMLO, le son insoportables los pensamientos distintos a su visión de las cosas. Por ello, cuestiona a los organismos autónomos, desde una óptica destructiva y no reformista. No concibe instancias que no sean controladas por él o sus enviados. El caso reciente del presidente de la Comisión Reguladora de Energía, quien se “atrevió” a esbozar una opinión de los candidatos que envió AMLO, bastó para que el tabasqueño hiciera uso de las instituciones del Estado para perseguirlo y exhibirlo como un corrupto.

Esto representa una pedagógica advertencia para quienes se atrevan a discrepar de las palabras e iniciativas del tabasqueño. Por ello, propone a personas ineptas e incapaces para mostrar su enorme prepotencia y desprecio por los distintos. Ha doblado a casi todos los actores e instituciones para que le rindan reverencia. Para él los organismos civiles son conservadores y de derecha. Impulsa a saltimbanquis y merolicos que se dedican a festinar sus ocurrencias y disparates. Amplias franjas de la población viven adormecidas por las palabras y los dichos de su líder. La ilusión de tener un mesías ha convertido a millones de personas en simples robots que emiten loas e insultan a quienes se atreven a cuestionar a su redentor.

Epílogo. La anémica oposición parlamentaria a resultado incapaz de presentarse como una alternativa, la izquierda no-morenista ha preferido esconderse o abdicar en sus principios para no enfrentarse a la aplanadora autoritaria que encarna AMLO. La vida pública transcurre entre ocurrencias. Estos tiempos pueden convertirse en pesadillas para el ejercicio de las libertades y la democracia. ¡Basta de abyecciones!

pedropenaloza@yahoo.com        @pedro_penaloz

 

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