Los tiempos del Pejedente
Los tiempos del Pejedente
Por Salvador
Muñoz
La alternancia que reina desde este
nuevo siglo vino a darle un nuevo sabor a la designación de candidato en los
Estados… si bien, en el siglo pasado, había siempre aquellos a los que su
corazoncito les “hachía achí” por ser el ungido del Señor (Presidente), la
militancia igual era institucional y sólo estaba a las vivas esperando cachar
la señal del Divino para ahora sí, toda la perrada, la borregada o caballada se
inclinara por el Bueno y no errarle, no irse de bruces y tampoco con la finta…
equivocarse equivaldría a estar seis años en la banca… esto, en lo que respecta
a lo que era el partido en el Poder, los tiempos de gloria del PRIato, donde de
todas, ganaba casi todas… la alternancia con el PAN vino a darle al juego del
PRI nuevas reglas… así surgieron los virreinatos.
Hasta donde se pudo, los gobernadores
del PRI conformaron con su partido, un bloque opositor interesante durante los
dos sexenios en que asumió el poder el PAN, tan así, que el partidazo retuvo la
mayoría de sus fueros… Durante ese lapso, cada mandatario estatal tuvo la
oportunidad (fuera en consenso con el partido o sin él) para designar a su
sucesor… era algo así como ¡la Plenitud del Pinche Poder! ¡Los virreinatos!
Hasta que la alternancia los alcanzó.
Hoy, con Morena gobernando y amenazando
(es un decir lo de la amenaza) con ampliar su extensión este 2022, el
Presidente López Obrador ha dejado visos de que el Poder lo ha tentado para
volver a jugar el Juego del siglo pasado, el mismo juego del PRI en los tiempos
en que se amarraba a los perros con longaniza… pero a la vez, es de los que
empodera a sus subalternos y hasta el momento, suelta el hilo del papalote
porque los vientos así lo ameritan…
Se les dice “Subalternos” porque al
igual que en el PRIato de sus mejores momentos, para éstos, no había figura más
venerada, adorada, respetada, cromada, que la del Presidente. Es decir, con
Morena no sólo se revive, sino que se incrementa el Presidencialismo de manera
recalcitrante.
Bien… pues uno de esos subalternos
empoderados es Cuitláhuac García, que puede tener más altibajos que Montaña
Rusa en el escenario local y nacional, que puede tener las más duras críticas
por parte de los columnistas de la aldea como de los externos, que incluso
puede ser mal visto por otros morenos por sus arranques, limitaciones políticas
e intelectuales pero que para el Presidente no deja de ser un buen hombre,
honrado, con buenas intenciones y eso es suficiente para estar en la gracia del
Señor.
Por ese espaldarazo o empoderamiento
que el Pejedente le dio al mandatario estatal, ya hay quienes le ven
atribuciones para que este 2024, Cuitláhuac decida a su sucesor… entonces, a la
corcholata de Nahle se le suman otros alfiles que van desde el secretario de
Gobierno Bola 8 (impedido porque ya gobierna), hasta Zenyazen Escobar, titular
de Educación quien hasta el momento es el único de los precandidatos que se
mantiene en la institucionalidad y el respeto tanto con sus acciones como con
sus dichos…
Seamos sinceros… si usted cree que
Cuitláhuac tenga tamaños para decidir a su sucesor por sí solo, vaya
escribiendo su carta a los Reyes Magos… si usted cree que Rocío Nahle ya es la
candidata para el 2024, por algo no le trajo nada Santa Claus… el Pejedente,
hijo del priísmo puro, hechura del PRIato en su apogeo, con sangre roja por sus
venas, conoce las reglas del juego… pero también sus tiempos… y todavía no es
tiempo para cantar candidato…