Los tratados de Córdoba, a 200 años
Los tratados de Córdoba, a 200 años
1821-2021
Por Ángel Rafael Martínez Alarcón
La Villa de Córdoba desde el año
de 1776, fue sin duda una de las poblaciones más importante de la provincia y
desde 1786 de la intendencia de Veracruz. Siendo una de las zonas con una alta
producción de azúcar. Como también su importante población de esclavos
africanos. Era uno de los puntos poblacionales que unían al puerto de Veracruz
con la capital del virreinato novohispano. Una población fundada por 30
caballeros de origen ibérico y sobre todo se desarrollorón las haciendas azucareras
de la región (Naveda, 2013: 13-32).
La
guerra de independencia, iniciada el domingo 15 de septiembre de 1810, por el
cura de Dolores, intendencia de Guanajuato, el cura Miguel Hidalgo y
Costilla (1753-1811), nunca se imaginó que su movimiento libertario contra
la imposición de un monarca francés, como José Bonaparte, en tierras
del Nuevo Mundo; fuera durar once años.
Estos
largos once años de guerra, se pueden dividir claramente en tres periodos, el
primero encabezado por Hidalgo, menos de seis meses, y a cuatro meses
estuvo preso, hasta su fusilamiento. El segundo encabezado por el también
presbítero católico, José María Morelos y Pavón, (1765-1815) y el tercer
periodo entre los años de 1815 a 1821, con varios liderazgos al interior de la
Nueva España, por citar Vicente Guerrero, (1783-1831) o para el caso de
la independencia de Veracruz, Guadalupe Victoria, (1786-1843), fue
quién organizó la insurgencia por estas tierras.
Para el año de 1820, la guerrilla
insurgente estaba casi derrotada, en los últimos cinco años, eran pocas las
poblaciones de la Nueva España donde tenía presencia, y casi nula actividad
bélica. El virrey Juan José Ruiz de Apodaca, quién fuera virrey de
la Nueva España entre 1816-1821, logra una estrategia militar para darle fin a
más de diez años de la guerra de la independencia encabezada por los criollos
novohispanos. Agustín de Iturbide (1783-1824), uno de los militares más destacados
del virreinato, suspendido por las actividades correspondientes, por
cuestiones de corrupción. Rehabilitado, es comisionado para la liquidación de
los focos de insurrección, en la región de tierra caliente, (Estado de
Guerrero).
A
finales de 1820, el General Agustín de Iturbide, su estrategia fue
diferente a la del virrey, se inicia un intercambio epistolar con el líder
insurgente, Vicente Guerrero. Es en el año de 1821, con tres
momentos fundamentales . El plan de Iguala del 24 de febrero, donde se pacta la
incorporación de Iturbide al ejército insurgente. Seis meses
después en la villa de Córdoba, en que se pacta la firma del fin de la
independencia, con Agustín de Iturbide, y Juan de O’Donojú y
O´Ryan, (1762-1821). Fue designado por Fernando VII, como Gobernador y
Capitán General de la Nueva España, para mucho lo identifican con el último
virrey de la Nueva España.
Juan
de O`Donojú, arriba al puerto de Veracruz, el 30 de julio de 1821, donde es
recibido por el joven xalapeño, Antonio López de Santa Anna (1794-1876). En sus memorias relata sobre dicho acontecimiento.
Varias
poblaciones de la intendencia de Veracruz fueron liberadas por el propio López
de Santa Anna, en los meses previos a los Tratados de Córdoba. Otro
xalapeño que tuvo un lugar importante en la elaboración de los Tratados fue José
Joaquín Herrera (1792-1854), igual que el primero también fue presidente de
la república.
Los
Tratado de Córdoba, se firmaron el 24 de agosto de 1821, en la fiesta litúrgica
de San Bartolomé. En el imaginario colectivo es la noche que el Diablo
es soltado y tiene permiso actuar en la tierra, verse la novela Cecilia
Valverde del escritor cubano, o la matanza de San Bartolomé en París
para el año 1572; en la Nueva España se firmaba un documento que era la llave
para la libertad.
Los
principales protagonistas: Juan de O`Donojú, como Capitán General y Jefe
Superior Político de la Nueva España; Agustín de Iturbide, como primer
jefe del ejército imperial. Fueron 17 puntos los firmados en los Tratados de
Córdoba.
Destacan
en primer lugar que el nuevo nombre dejó de ser la Nueva España para
convertirse en imperio mexicano. Su forma de gobierno era una monarquía
constitucional. La invitación del Rey Fernando VII, para asumir la
corona del nuevo imperio. La instalación de una Junta Provisional Gubernativa.
Más tarde en la ciudad de México, se proclama la independencia, luego de 300
años de vivir el yugo de los españoles.