Los XV Años de Miranda
Por: Rafael Rojas Colorado
San Miguel del Soldado, ese pueblito aderezado por montañas, niebla y regocijo familiar, fue el escenario de una fiesta de ensueño en la que las ilusiones se hicieron presentes.
Miranda, tu fiesta de XV años fue como una fantasía, pues tu sonrisa expresaba la felicidad que anida en tu ser. La magia de bailar tus coreografías, el vals familiar y dejarte seducir por las notas musicales frente a los ojos de familiares, amigos e invitados, parecía el hechizo de un cuento de la mil y una noche en el que un instante parece no tener fin.
Pensé en lo que significa cumplir XV años, sin duda alguna, es un momento de trascendencia, porque tu niñez ya solo pertenece al recuerdo. Fue ese espacio en el que no hay lugar para nada que no sea la felicidad, donde recibiste la primera caricia de tu madre cuando te acunó en sus brazos, ese tierno momento en el que su voz se dulcificaba cantándote bonitas nanas arrullándote apretujada a su corpiño. Ese entorno revestido por tus juegos, muñecas, cariño, ternura y quizá algún capricho o tal vez una lágrima sin trascendencia alguna. En esa tierna infancia recibiste el profundo amor que tus padres te ofrendaron, ese es el cimiento sobre el que edificarás todo aquello que realices en la vida. Porque el amor es la fuerza que te acompañará durante toda tu existencia. Cuando pasen los años y, de vez en vez, detengas tu paso por la vida, despertarás estos bonitos e irrepetibles recuerdos, con toda seguridad un suspiro escapará de tu pecho.
Hoy te abraza la adolescencia, cierto que es una etapa para soñar, ilusionarte y fantasear, reír y ser inmensamente feliz, pero a la vez debes de ser responsable y formarte intelectualmente, así vislumbrarás un mundo diferente, además, debes de cultivar tus valores morales: el respeto, la comprensión, tolerancia, amor y amistad, todo esto aunado a las virtudes cardinales y teologales te fortalecerán espiritualmente, así resplandecerás en la sociedad a la que perteneces y serás admirada, aceptada y respetada por la misma. La vida a veces se presenta incierta acercando momentos de amargura, incertidumbre, angustia y soledad, busca a Dios en lo más hondo de tu alma, allí escucharás la resonancia de su voz y todo volverá a la calma.
Ama a tus padres con todas las fuerzas del palpitar de tu corazón, pues ellos son los responsables de tu existencia, te vislumbraron en un sueño y te regalaron la vida, conocer la hermosa dimensión de la vida, es lo mejor que te ha sucedido.
Miranda, que cada día de tu vida esté pleno de detalles maravillosos y que en la alegría de cada amanecer descubras la gratitud y una razón para sonreír, lo mejor de tu vida te está esperando, camina hacia el futuro con mucha decisión. Felicidades.
Familia: Rojas-Texon